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Ruta en coche por Asturias en 3, 4, 5 y 7 días: Itinerario completo

Para disfrutar de tu viaje a Asturias, hemos diseñado esta ruta en coche por Asturias en 3, 4, 5 y 7 días, que te permitirá optimizar los tiempos y visitar la mayor cantidad de lugares posibles. Además, desarrollaremos un recorrido con un máximo de siete días, que dependiendo de la disponibilidad de tiempo y económica puedes acortarlo a tres, cuatro o cinco días.

Situado entre el mar y la cordillera Cantábrica, Asturias disfruta de un clima oceánico, con abundantes precipitaciones. En consecuencia de ello, la región goza de un paisaje bellísimo y siempre verde, incluso en verano. Es etapa del Camino de Santiago, con lugares emblemáticos como el Parque Nacional de los Picos de Europa o el Parque Natural de Somiedo, encantadoras playas de arena y bellísimas localidades pintorescas como Ribadesella, Llanes, Luarca, Cudillero, Lastres, Figueras, Tapia de Casariego, Ortiguera, Taramundi y tantos más.

En base a nuestra experiencia en el Principado, ya hemos escrito una Guía de Asturias y esta lista de lugares que ver en Asturias. Sin embargo, en este caso preparamos una ruta optimizada para hacer en coche, ya que es una de las maneras más recomendables para recorrer la región. Es dable destacar, que en este viaje, pasamos por un sinfín de pueblos, en los que, por falta de tiempo no nos detuvimos. Sin embargo, solo por haber transitado a través de ellos, nos permitió apreciar su belleza a pleno.

Cuándo viajar a Asturias

La mejor época para explorar la región asturiana en coche es en verano, ya que se trata una zona boscosa, con un clima que tiende a ser fresco y húmedo. Por lo tanto, si prefieres los días secos y soleados, lo mejor es hacer tu viaje de junio a agosto, que son los meses que te garantizan más días de sol y calor en la comunidad. El resto del año, si bien es agradable, tiene una gran probabilidad de días lluviosos y nublados.

Dónde dormir en Asturias

La oferta de alojamientos en Asturias es abundante, ya que hay una infinidad de hostales, hoteles, casas rurales o apartamentos. En nuestro caso, para no desandar los caminos recorridos, reservamos diferentes alojamientos. Eso nos permitió comprobar que la calidez humana, la gentileza y la amabilidad en el trato, es norma en los asturianos de norte a sur y de oriente a occidente.

Día 1: Comienzo de la ruta y Llanes

Para comenzar nuestra ruta en coche por Asturias, elegimos hacerlo desde Llanes, que destaca por tener algunas de las playas más bonitas. Por esa razón, después de desayunar decidimos pasar la mañana en la pequeña pero tranquila playa del Sablón y sus alrededores. Está ubicada en pleno centro urbano de Llanes y se encuentra rodeada por el Paseo de San Pedro, que comienza en la misma playa dirigiéndose hacia el puerto. En su extremo izquierdo, un gran muro natural de piedra la protege de los embates de las olas, convirtiéndola en una piscina natural cuando el mar está en calma. Se trata de una playa de arena blanca, cuenta con todos los servicios y está distinguida con bandera azul, donde disfrutamos unas horas del sol y del agua.

Desde la playa divisamos la Antigua muralla-Puerta de San Nicolás, que fue levantada en el siglo XIII, y luego tomamos la Avenida del Sablón rumbo al puerto, hasta la plaza Santa Ana, que era donde antaño terminaba la muralla. Continuamos hasta la Plaza Fuerte, y después de sacar algunas fotos al Puerto de Llanes, nos dirigimos al Chigre El Antoju Sidrería, donde comimos y al mismo tiempo nos tomamos un respiro, antes de continuar el paseo.

Recobradas las fuerzas, fuimos a la Torre del Castillo, que sirvió como torre defensiva y después de cárcel. Pasamos por el Palacio de los Duques de Estrada, un palacio barroco, construido a finales del siglo XVII por Fernán Duque de Estrada, conde de la Vega de Sella. A poca distancia se halla la Basílica de Santa María del Conceyu, una iglesia gótica de las pocas que se conservan en Asturias. Después de una intensa mañana, fuimos al hotel Sablón que está a pie de playa, para hacer el check-in y tomarnos un pequeño descanso.

Por la tarde: Playa de Cobijero, Playa de Andrín, Playa de Ballota y Mirador de la Boriza

Después de un reparador descanso, nos subimos al coche y decidimos visitar algunas de las mejores playas de Asturias. Comenzamos por la Playa de Cobijero, y realmente nos llevamos una sorpresa, ya que, además de ser de una enorme belleza, es una de las pocas playas interiores de Asturias. Se ubica a unos 100 metros del mar Cantábrico, y está formada por agua salada que se cuela por debajo de los acantilados. Además, tiene unos 30 metros, forma semicircular, arena blanca y es una de las playas más pequeñas del mundo. Tras una pequeña subida, a la derecha vimos la cueva de Cobijeru, que está repleta de estalactitas y estalagmitas, a la que no pudimos ingresar, ya que, para hacerlo es necesario el uso de una linterna y en ese momento no teníamos ninguna.

Después de conocer la Playa del Cobijeru, recorrimos poco menos de 15 kilómetros y nos trasladamos a la Playa de Andrín, una hermosa playa de arena blanca, rodeada de rocas, con forma de concha y con algo más de 200 metros de longitud, que se halla inmersa entre imponentes acantilados, frente al islote de Castro.

Continuamos unos pocos metros y pasamos a la playa de Ballota, que se encuentra separada de la de Andrín solamente por el mirador de la Boriza. No dispone de muchos equipamientos y su acceso es sencillo. Tiene poco oleaje, una arena fina y blanca, y en los días de intenso oleaje, se forma un potente bufón activo. A última hora de la tarde, nos ubicamos en el mirador de la Boriza.

Desde allí, pudimos disfrutar de las excepcionales vistas de las playas de La Ballota, al Occidente y Andrín al Oriente. También, pudimos ver el islote, las estribaciones de la Sierra Cuera y un bellísimo atardecer. Finalmente, volvimos al hotel, maravillados de las bellezas naturales que nos encontramos en el primer día de esta Ruta en coche por Asturias.

Día 2: Playas de Llanes y llegada a Bulnes

Como es normal, tomamos el desayuno, y partimos para visitar otras de las famosas playas de Llanes. Ubicada a tan solo 2,8 kilómetros de Llanes, la pintoresca Playa de Poo, no se halla a mar abierto, sino que, se encuentra en el costado derecho de la Ría de Poo previa a su desembocadura en el mar, lo que la convierte prácticamente en una piscina natural. Durante la bajamar, el área transitable de la playa, es de unos 150 metros de ancho y más de 300 metros hasta la orilla. En 2019, el periódico The Guardian, la incluyó entre las 40 mejores playas del mundo y no es para menos, es realmente preciosa.

Seguimos otros nueve kilómetros y llegamos a la playa de Torimbia, una de las playas nudistas de Asturias más famosas, resguardada por unos bellos y verticales acantilados. Con forma de concha y arena dorada, se desciende a pie por una calle habilitada, o por senderos agrestes en la ladera. Nosotros hicimos la caminata y podemos decir, que es una de las playas más espectaculares que hemos estado. Además, en la parte alta está «el mirador de Torimbia», que cuenta con mesas y una vista privilegiada para disfrutar de un picnic.

Más adelante arribamos a la playa de Gulpiyuri, la que muchos describen como la playa más pequeña del mundo. Fue declarada Monumento Natural de Asturias en 2001 y, al igual que la playa de Cobijero, no tiene salida directa al mar, sino que se encuentra entre el verde de los prados, a 100 metros del Cantábrico. Tiene unos 40 metros de longitud, arena blanca y agua salada, que se filtra del mar a través de una dolina, que permite el paso de las mareas y del oleaje. Para más información sobre esta playa, puedes leer nuestra guía para visitar la playa de Gulpiyuri.

Seguimos hacia el oeste, y a aproximadamente a 15 minutos, llegamos a Playa de Cuevas del Mar, que se halla entre dos enormes paredes de roca en las que se pueden ver diferentes cuevas, una playa tranquila, de arena fina y con aguas cristalinas, flanqueada por bellos acantilados, donde puede tomarse un relajante baño. Desde allí nos dirigimos a la playa de Guadamía, una de las áreas recreativas más bellas de Asturias, ya que se trata de un canal estrecho, alargado entre los acantilados, lo que la convierte en la playa más protegida de las embestidas del mar en todo Asturias y la más segura para tomar un baño. Está formada por arena blanca y fina, con profundidad de 1,50 metros, sin declives ni depresiones. Los acantilados que la rodean, se encuentran repletos de cuevas.

En ellas, se puede disfrutar de chimeneas verticales por las que el agua sale a borbotones con un gran estruendo, mezclando agua salada y aire. Son los famosos bufones de Pría, un espectáculo natural que nos dejó perplejos y que si tienes algo de tiempo, te recomendamos visitar. En este punto decidimos comer unos bocadillos que habíamos preparado, y tomar un pequeño descanso ya que, luego nos esperaba un tramo de ruta hasta Bulnes.

Por la tarde: Traslado a Bulnes, nuevo alojamiento y paseo por el pueblo

Nuestro próximo destino era Bulnes, ya que, teníamos muchos deseos de visitarlo, porque muchos consideran que es uno de los pueblos más bonitos de España. A sabiendas que el viaje demandaría casi dos horas, emprendimos viaje rumbo a Poncebos, un lugar ubicado en los Picos de Europa, y que es donde comienza la ruta del Cares. Una vez llegados, cruzamos el Puente Poncebos y, luego continuamos un kilómetro hasta el funicular de Bulnes, donde fuimos afortunados, ya que conseguimos un lugar para aparcar bastante cerca.

Allí lo abordamos, dado que la única manera de llegar a Bulnes es en funicular o a pie haciendo una ruta. El precio del Funicular fue de 22 euros los adultos y 7 euros los niños (ida y vuelta). De los niños solo pagamos uno, ya que la tarifa es de 4 a 12 años y Victoria aún es una bebé. Al llegar nos alojamos en La Aldea de Bulnes, una antigua casa remodelada, que cuenta con todas las comodidades y una ubicación privilegiada. Otra muy buena opción de alojamiento, es el Caprichu de Bulnes. Una vez instalados, dimos un paseo y realmente pudimos constatar que Bulnes, no solo es uno de los pueblos más bellos de España, sino de Europa y del mundo. Hecho esto, regresamos al alojamiento, donde nos preparamos la cena y cerramos un día perfecto. Para más información sobre este pueblo, puedes leer nuestra guía para visitar Bulnes.

Día 3: Picos de Europa y Cangas de Onís

Por la mañana, decidimos ir a Covadonga, y para ello tuvimos que dirigirnos a Poncebos. Si bien el descenso desde Bulnes puede hacerse a pie, ya que se trata de una ruta de dificultad baja, optamos por el funicular. Además, si no estás acostumbrado a hacer senderismo o tienes hijos pequeños (nuestro caso), la ruta no está exenta de riesgos por los desniveles y las piedras sueltas. Por eso habíamos comprado ticket ida y vuelta para el funicular, que nos llevó directamente a Poncebos, donde habíamos dejado nuestro coche.

Allí partimos hacia Cangas de Onís, y para ello debimos atravesar algunos de los pueblos más bonitos de los Picos de EuropaSeguimos viaje y tras media hora pasamos por la capital del concejo: Las Arenas, un ambiente montañero y saludable, en un entorno natural privilegiado. Cabe destacar que, a 8 kilómetros de Poncebos, puedes visitar Sotres, la parroquia más alta del concejo, que se halla a 1050 metros de altitud, y que cuenta con un alto número de cuevas naturales para la maduración del famoso queso de Cabrales.

Después de otros 30 minutos, llegamos a Soto de Cangas, donde abandonamos la AS 114 y tomamos la As 262, que nos llevó a Covadonga. Es un pintoresco pueblo en el concejo de Cangas de Onís, que alberga el Santuario del Real Sitio de Covadonga, un conjunto de monumentos que incluye la Santa Cueva y la Basílica de Covadonga, una de las catedrales más espectaculares de España, ubicada en plena naturaleza. A unos 8 kilómetros de la Basílica, de camino a los Lagos, pasamos por el mirador de la Reina. Desde allí se pueden contemplar los Picos de Europa, las vegas del río Güeña y la costa cantábrica.

A doce kilómetros de la Basílica, los Lagos de Covadonga: el Lago de la Ercina, el Lago Enol, con su vega, su refugio, su capilla o su porra, y bajo sus aguas se halla una réplica de la Virgen de Covadonga. Un tercer lago, El Bricial, ubicado a los pies del pico del mismo nombre, al que se puede llegar por los caminos de pastores que salen desde las vegas de La Ercina o de Enol. Además hay varios miradores como, el Mirador del Rey, el Mirador de Entrelagos, el Mirador del Príncipe y la Vega de Comeya.

Sin dudas, podemos decir que Covadonga es uno de los lugares imprescindibles en esta ruta en coche por Asturias. Después de nuestro paso por Covadonga y los Lagos, nos dirigimos a Cangas de Onís, donde comimos una típica fabada asturiana en el restaurante El Molín de la Pedrera. Luego realizamos el check-in en Apartamentos Rurales Camino Picos de Europa, tomándonos un descanso.

Por la tarde: Paseo por cangas de Onís y nuevo alojamiento

Ubicada entre los Picos de Europa y el río Sella, Cangas de Onís fue la capital del Reino de Asturias hasta el año 774. Aquí se libró la épica batalla de Covadonga en el año 722, en la que Don Pelayo inició la conquista cristiana sobre los musulmanes. Lo primero que vimos y que es considerado el lugar más importante en Cangas de Onís es, sin duda, el Puente Romano que, en realidad no es romano, sino que fue construido en la edad media para cruzar el río Sella. En el centro del puente cuelga una réplica de la Cruz de la Victoria, que Don Pelayo enarboló en la batalla de Covadonga, cuyo original se encuentra en la Catedral de Oviedo, y es el símbolo de Asturias.

A pocos metros en el Parque de la Casa Riera (que bordea los ríos Sella y Güeña) se encuentra la Casa Riera, en la que funciona la Oficina de Turismo de Cangas de Onís, un bonito edificio de arquitectura indiana, construido a principios del siglo XX. Muy cerca, en Av. D. Constantino Glez y González, sobre un primitivo dolmen (un monumento funerario del año 4000 a.C.) vimos la Ermita de la Santa CruzLuego nos dirigimos a la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, conocida como la iglesia de Arriba y el Monumento a Don Pelayo Guerrero. Para más información sobre este pueblo, puedes leer nuestra guía para visitar Cangas de Onís.

Día 4: Ribadesella, Lastres y llegada a Gijón

Después de desayunar, seguimos nuestra ruta por Asturias en coche y partimos rumbo a la histórica villa de Ribadesella, una bella aldea de trazado medieval. Allí pudimos apreciar algunos de sus edificios emblemáticos, como el Palacio Prieto Cutre (actual edificio del Ayuntamiento), la Casa de los Ardines o la Iglesia de Santa María MagdalenaRealizamos una caminata por el Paseo del Muelle, a lo largo del Puerto Deportivo, visitamos una obra de arte al aire libre: El Paseo de la Grúa y, por último, a la vera del río el Paseo de los Vencedores del Sella.

Tras un fugaz paso por el Centro de Arte Rupestre Tito Bustillo y la Cuevona de Ardines, tomamos la N-632 para dirigirnos a Lastres. A la altura de la AS-260, tomamos esta sinuosa vía para conocer el Mirador del Fitu, sin duda, uno de los miradores imprescindibles para conocer en Asturias. Ubicado a más de mil metros de altitud en la sierra del Sueve, se pueden obtener panorámicas increíbles. Además, tiene una zona muy agradable donde descansar con bancos de madera y mesas para hacer una comida en el área recreativa, que aprovechamos para picar algo.

Luego, fuimos a Lastres, uno de los pueblos costeros de Asturias, que en 2014 pasó a formar parte del selecto club de los «Pueblos más bonitos de España». Situado en una ladera, sus calles estrechas y empedradas tienen trazado irregular, con una pronunciada pendiente que conduce hacia el puerto con tramos escalonados. Pasamos por el bello puerto de Lastres, donde, diariamente atracan alrededor de 500 embarcaciones y por el que, según nos informaron los locales, pasan alrededor de 450 toneladas anuales de pescados.

Para terminar la visita, subimos al mirador de San Roque, donde dejamos el coche en una zona de aparcamiento gratuita que hay justo al lado. Desde allí, pudimos contemplar unas vistas maravillosas de Lastres y sus alrededores. Paramos para tomar un descanso en un área recreativa al lado de la capilla de San Roque, que cuenta con una zona infantil, barbacoas, fuente y mesas. Como ya nos habíamos informado antes, habíamos comprado unas ensaladas y las llevamos para aprovechar el área recreativa. Luego continuamos la ruta y, la siguiente parada sería Gijón.

Por la tarde: Traslado a Gijón, nuevo alojamiento

Después de un breve paréntesis en el Mirador de San Roque partimos, por la As-257, hasta la A-8, que nos llevaría directo hacia Gijón, nuestro próximo destino. Después de cruzar el arroyo de La Ñora, en la primera rotonda tomamos hacia la derecha por la N-632, para conocer la playa de la Ñora, considerada como una de las más bonitas de toda Asturias y es muy visitada, en especial para aquellos que residen en Gijón.

Flanqueada por acantilados, con arena dorada y fuerte oleaje, cuenta con varios aparcamientos, y fija el límite entre los concejos de Gijón y Villaviciosa. Además de la belleza natural del lugar, su principal atractivo es un paseo que sube hasta el mirador de la Ñora sobre el acantilado, que se halla rodeado de un monte con mucha vegetación, y que constituye el principio de la senda La Ñora-El Rinconín.

A continuación, y luego de disfrutar unos minutos de las vistas, continuamos viaje a Gijón, donde nos alojamos en un apartamento de Xixón BnB, muy cómodo y espacioso. Esta opción fue ideal para nosotros, ya que además de contar con todas las comodidades, tiene una ubicación céntrica y nos simplificó mucho la visita. Una vez instalados y habiendo tomado un descanso reparador, salimos a dar un paseo y a buscar un lugar para cenar.

Como estábamos a metros de la plaza de San Miguel, nos encaminamos hacia la misma, continuamos hasta la Iglesia de San Lorenzo, una construcción del gótico bajo medieval español, con dos torres y un rosetón central. Frente a la iglesia, el Parque de Begoña, donde hay un parque infantil, y destaca la Fuente del Anzuelo. Continuando, llegamos al Paseo de Begoña, una calle céntrica y peatonal, llena de bares, cafeterías y terrazas, donde también se encuentra el emblemático Teatro Jovellanos. Allí, nos habían recomendado el restaurante V. Crespo y podemos decir que después de ir a cenar, lo recomendamos muchísimo. El arroz con pulpo brutal, y el cocido típico de Asturias estaba delicioso. Si tienes más tiempo en esta ciudad, puedes completar esta lista de 10 cosas que ver y hacer en Gijón.

Si dispones de más tiempo en Gijón, en el concejo de Carreño se encuentra la famosa ciudad abandonada de Perlora. Te recomendamos visitarla, es uno de los sitios más curiosos y bellos que puedes visitar en Asturias.

Día 5: Gijón y Oviedo

Ansioso por conocer la Playa de San Lorenzo, que se hallaba a pocos metros de nuestro alojamiento, desayunamos y partimos hacia la playa más tradicional y la de mayor tamaño de Gijón. Está considerada una de las mejores playas urbanas del mundo para practicar o iniciarse en el surf. Tiene forma de concha, y un paseo de casi tres kilómetros. Cuenta con excelentes equipamientos de todo tipo, y está ubicada en la bahía de Gijón, (una de las más bellas del norte de España). En su extremo izquierdo, se hallan las Termas Romanas de Campo Valdés, un museo sobre unas termas romanas de época alto imperial, que están localizadas delante de la iglesia de San Pedro en el subsuelo del Campo Valdés.

Continuamos con el paseo y llegamos al barrio más antiguo de la ciudad; Cimadevilla, el rincón más popular y castizo de la ciudad más grande de Asturias. Ocupa un peñón rocoso en forma de península redondeada entre las dos bahías gijonesas, la de Poniente y la de San Lorenzo. Además, tiene pequeñas plazas, llenas de bares, restaurantes y terrazas. Pasamos por la Plazoleta de Jovellanos, y por el Museo Casa Natal de JovellanosEn la parte alta del cerro de Santa Catalina está la famosa escultura de Eduardo Chillida: «Elogio del horizonte».

Después pasamos por el Puerto Deportivo y las Letronas de Gijón, dos de los lugares más fotografiados de la ciudad. Más adelante llegamos a la Playa de Poniente, un arenal artificial, en la zona del puerto deportivo. Culminamos la visita a la ciudad con una breve pasada por el Bioparc, el Acuario de Gijón y por el Museo del Ferrocarril de Asturias. Si dispones de más tiempo en la ciudad, puedes completar esta lista de cosas que ver y hacer en Gijón.

Hecho esto, partimos a la ciudad de Oviedo, capital del principado, donde arribamos pasado el mediodía. Comenzamos por visitar el Campo San Francisco, el pulmón verde de Oviedo, para que los niños puedan fotografiarse con la escultura de Mafalda. Luego tomamos la calle Uria, con un sinfín de tiendas, que la convierten en una de las más comerciales de la ciudad, donde pudimos apreciar la estatua del perro Rufo, otra de las decenas de esculturas de arte urbano de la urbe.

Pasamos por el Teatro Campoamor, erigido en honor al poeta asturiano Ramón de Campoamor. Frente al teatro, sobre la calle Pelayo, hallamos la extraña escultura de «Culis monumentalibus» y un poco más adelante la de «Esperanza caminando». A pocos metros en la plaza Carbayón, hallamos las nuevas letronas de Oviedo, que bajo el lema «Oviedo, origen del Camino», determinan el Camino de Santiago Primitivo.

Posteriormente nos dirigimos al Mercado El Fontán, donde se pueden adquirir los mejores quesos, anchoas y productos típicos asturianos. Allí pudimos conocer la famosa Catedral de Oviedo, que realmente nos ha encantado. Luego comimos y después de una breve pausa nos enfilamos hacia Avilés, una ciudad de origen medieval y de gran tradición marinera. Si dispones de más tiempo en esta zona, te aconsejamos que visites Pola de Lena, una ciudad situada a 33 kilómetros de Oviedo, que destaca por su patrimonio arquitectónico y su paisaje montañoso y accidentado. Para más información, puedes leer nuestra guía para visitar Pola de Lena.

Por la tarde: Llegada a Avilés y nuevo alojamiento

A media tarde, realizamos el check-in en el Apartamento Kenitra, el que sería nuestro nuevo alojamiento para esta noche. Nos acomodamos y tomamos un pequeño descanso. Habiendo repuesto fuerzas, decidimos salir a dar un paseo y pasamos por el Parque del Muelle, un amplio espacio repleto de árboles y con diversos monumentos históricos. Luego, decidimos visitar el Casco Antiguo de Avilés, tal vez el mejor conservado y más bonito de Asturias. Está lleno de bares, restaurantes y sidrerías, y también de iglesias, palacios de diferentes estilos, plazuelas y galerías o pórticos.

Destacan la Plaza de España, con el Ayuntamiento, y su bella torre del reloj, la Iglesia de los Padres Franciscanos, que se halla en el antiguo Puerto y el edificio barroco más bonito de Avilés: el Palacio de Camposagrado, actual sede de la Escuela Superior de Arte del Principado de Asturias. Completado este pequeño paseo, fuimos a cenar y a dormir.

Día 6: Avilés, Cudillero y Oviñana

Como es costumbre, desayunamos y emprendimos la el sexto día  de nuestra ruta en coche por Asturias. Por cercanía, comenzamos por visitar el Palacio de Balsera, uno de los palacios históricos de la ciudad, que hoy funciona como sede del Conservatorio municipal de música. La siguiente parada fue por el Parque de Ferrera, un parque recreativo con un coqueto “Jardín Francés” y arbolado al mejor estilo inglés. Además, cuenta con un pequeño estanque con patos y fuentes, y una ruta botánica, con paneles informativos de cada una de las especies plantadas. Luego nos desplazamos hasta el Centro Niemeyer, un referente del arte en Asturias, con una excelente panorámica de la ría de la ciudad. Cuenta con aparcamiento gratuito y cafetería, subir al mirador cuesta tres euros que incluyen una visita guiada de aproximadamente 45 minutos.

Después fuimos a la Playa de Salinas, una de las playas más bonitas de Avilés. Este arenal urbano está unido a la Playa de San Juan de Nieva y suman más de 2500 metros. Dispone de casi todos los servicios, y un paseo marítimo con centro comercial, gastronomía, ocio y cultura. En uno de los extremos de la playa, puede visitarse el Museo de las Anclas. Dado que teníamos que partir a Cudillero, lamentablemente por falta de tiempo no pudimos visitar Cabo de Peñas, cuya principal atracción es la naturaleza salvaje que lo rodea y el Faro de Peñas, uno de los más importantes del Cantábrico.

Cerca del mediodía tarde llegamos a Cudillero. Para muchos el pueblo más bonito de Asturias, y una de las villas marineras más visitadas del principado, con aroma a las de antes, preciosas casitas de colores, y encajado en un acantilado en la montaña. Al ingresar a Cudillero aparcamos el coche en una zona de parking gratuito que se encuentra ubicada al lado del puerto nuevo. Desde allí caminamos hasta la Oficina de Turismo, desde donde obtuvimos excelentes vistas del llamado Anfiteatro de Cudillero, por la ubicación de las casas en torno a la Plaza Comercio (la plaza central).

Dimos un breve paseo por las calles, callejuelas, cuestas y miradores, andando y desandando los diferentes recovecos, que nos brindaron panorámicas increíbles. Luego fuimos a comer a la Sidrería El Remo, un bonito restaurante que nos habían recomendado. Aquí elaboran el mejor «curadillo» de Asturias (muchos locales lo dicen). Se trata de un producto típico de la zona que se elabora con especies como la touca, el glayo o la gata. Estos se dejan secar al sol y al viento, evitando la lluvia y la niebla, durante al menos unos cuatro meses; realmente una delicia. Para más información sobre este pueblo, puedes leer nuestra guía para visitar Cudillero.

Por la tarde: Oviñana, Playa del Silencio y nuevo alojamiento

Por la tarde fuimos a uno de los mejores miradores de Asturias: el Mirador del Sablón, en Oviñana. Se encuentra sobre los acantilados, donde se encuentra un banco desde el que pudimos disfrutar de maravillosas vistas, entre ellas el Faro del Cabo Vidio. Para más información sobre este mirador, puedes leer nuestra guía para visitar el Mirador del Sablón. Antes de trasladarnos a Luarca, pasamos por la Playa del Silencio O Gaviero, una de las playas más bonitas de Asturias. Tiene forma de concha y una longitud que no alcanza los 500 metros, donde se mezclan acantilados, islotes y el color especial de sus aguas.

Promediando la tarde llegamos a Luarca, donde hicimos el check-in en el que sería nuestro próximo alojamiento. Nos tomamos un pequeño descanso y luego salimos a explorar el pueblo. El casco antiguo de origen medieval, se encuentra rodeando el Puerto y la Iglesia Santa Eulalia, y en él se ubican los antiguos barrios de pescadores El Cambaral y La Pescadería o el barrio del Villar, con sus casas de arquitectura indiana. Después del paseo nocturno, como es nuestra costumbre, a cenar y a dormir.

Día 7: Más pueblos costeros y Taramundi

En nuestro último día por Asturias en coche, desayunamos temprano en Luarca y de inmediato partimos rumbo a Puerto de Vega, distante unos 15 kilómetros. Se trata de un pintoresco pueblo pesquero, con cañones del siglo XVIII, antiguas casonas blasonadas, la iglesia parroquial de Santa Marina y la emblemática plaza de CupidoPermanecimos unos minutos explorando el pueblo, luego continuamos la ruta y tras poco más de 15 minutos de viaje pasamos por Ortiguera, un pequeño pueblo pesquero, que tiene un pasado de trabajo y lucha como puerto ballenero, con la particularidad de poseer dos faros, que son una maravilla.

Muy cerca de allí, a poco más de 10 kilómetros, también puedes visitar Viavélez. Se trata de otro pequeño pueblo marinero repleto de casitas tradicionales, con galerías y balcones que se asoman a los acantilados. Desde Ortiguera, tomamos la N-634, que nos llevó directamente a Tapia de Casariego, un coqueto puerto pesquero, enclavado en la costa occidental asturiana, con monumentales palacios, la Plaza Constitución rodeadas por las escuelas y el Ayuntamiento, el puerto y el faro de la Isla de Tapia.

Luego, nos enfilamos directamente a Taramundi. Este es un trozo de la historia rural de Asturias que ha permanecido casi intacto con el paso de los años. Es un pequeño paraíso para el turismo rural, con rutas de senderismo y un paisaje de los que deslumbra nada más mirarlo. Una zona muy famosa por su artesanía, en especial por los cuchillos y las navajas. Además, sus casas de piedra con tejados de pizarra te hacen sentir como si hubieras viajado al pasado.

Después de un breve recorrido por la villa de Taramundi, partimos para hacer la impresionante Ruta del Agua, una ruta circular que parte desde el pueblo de Taramundi y pasa por Mazonovo, la Cascada La Salgueira, Esquíos, As Veigas, Os Teixois. Para más información sobre esta ruta, puedes leer nuestra guía para hacer la Ruta del AguaEn As Veigas paramos a comer en el Mesón de As Veigas. Alfredo y Rosa, sus propietarios, nos recibieron con una sonrisa y un trato muy cercano y familiar. Como de costumbre tomamos un pequeño descanso en la encantadora terraza del restaurante, mientras los peques retozaban a su gusto.

Por la tarde: Os Teixois y fin de la ruta

Después de nuestro descanso en As Veigas, fuimos al Conjunto Etnográfico de Texois, un importante conglomerado de ingenios hidráulicos: mazo, rueda de afilar, una pequeña central eléctrica, molino hidráulico y un batán, todos ellos en excelente estado de funcionamiento. Para más información sobre este pueblo, puedes leer nuestra guía para visitar el Conjunto Etnográfico de Teixois. Una vez visitado Texois emprendimos la vuelta a Taramundi, previo paso fugaz, por el Museo de los Molinos de Mazonovo, que se halla a 400 metros del pueblo, y el Museo de la Cuchillería de Taramundi.

Nosotros decidimos quedarnos un poco más y pasar la noche en Taramundi Verde, un complejo de casas rurales ubicado a 2 kilómetros de Taramudi. No obstante, al terminar la visita del Museo de la Cuchillería, puedes dar por terminada la ruta y estarás a poco más de una hora del Aeropuerto de Asturias. Cabe destacar que, el concejo de Taramundi nos ha parecido uno de los más rincones más espectaculares de Asturias en cuanto a turismo rural. Para más información sobre este pueblo, puedes leer nuestra guía para visitar Taramundi.


Con nuestro paso por Taramundi, dimos fin a la Ruta en coche por Asturias en 3, 4, 5 y 7 días. Un recorrido impresionante, donde la belleza de los lugares, la gentileza de sus habitantes y la paz que respiramos, sumado a la felicidad que irradiaban los niños, colmaron todas las expectativas que teníamos de este viaje. Asturias es un destino que debe estar en el baúl de los que hacen de la Ilusión Viajera su meta.

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