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Ruta en coche por Santorini en 3, 4 y 5 días: Itinerario completo

Para disfrutar de Santorini, hemos diseñado esta ruta en coche por Santorini en 3, 4 y 5 días, que te ayudará a optimizar los tiempos y visitar la mayor cantidad de lugares posibles en la isla. Es la joya turística del país, la isla griega por excelencia, la Grecia de postal tal como la imaginamos. Una erupción volcánica ocurrida hace 10.000 años produjo el hundimiento de gran parte de la isla, pero justamente ese es el motivo del éxito turístico de Santorini, ya que, el centro la caldera exhibe los extraordinarios colores de las formaciones rocosas y sus espectaculares puestas de sol atraen a 1,5 millones de turistas cada año.

La mejor época para visitar Santorini es entre mediados de abril y fines de octubre, cuando hay poca lluvia y el clima aún es cálido. Durante la primavera y el verano el cielo está prácticamente siempre libre de nubes y brilla con un intenso azul. El clima más cálido en Santorini es entre junio y septiembre, cuando hace calor y el agua es perfecta para nadar. Hay dos aspectos de Santorini que debemos resaltar, las vistas más bonitas se encuentran en el lado que da hacia la caldera (oeste) y las mejores playas están ubicadas al sur este de la isla.

Si bien ya hemos publicado la guía de viaje a Santorini y una lista de cosas que ver y hacer en Santorini, en esta ocasión te proponemos un itinerario para optimizar tus tiempos y disfrutar al máximo de la isla. Este recorrido puede hacerse en tres, cuatro o cinco días, para que puedas administrarlo de acuerdo al tiempo, las necesidades y las preferencias de tu viaje. Solamente deberás suprimir el día (o los días) que consideres necesario, para adaptarlo a tu proyecto. ¡Empecemos!

Llegada a Santorini y recogida del coche

Arribamos muy temprano al Aeropuerto Internacional de Santorini, también conocido como Aeropuerto de Thira, donde nos esperaba un representante de Centauro Rent a Car, que es la empresa de alquiler de coches que, por su atención especializada siempre contratamos. Al encontrarnos, nos trasladaron sin cargo, desde el aeropuerto hasta la sede de la empresa, ubicada a poca distancia del aeropuerto. Allí nos hicieron entrega de un coche de última generación, con el que haríamos nuestro roadtrip por la isla. Con la sola presentación de nuestro DNI y el permiso de conducir, ya que cuenta con un sistema de digitalización de datos, pudimos escanear los documentos necesarios antes de emprender el viaje y agilizar la recogida del coche.

Dónde alojarse en Santorini

Desde el aeropuerto, nos dirigimos a nuestro alojamiento Imer Villas, donde pasamos nuestras primeras 3 noches. Está ubicado a ocho kilómetros del aeropuerto, en el bonito pueblo de Imerovigli, y que se halla a poco más de dos kilómetros y medio de su capital Fira. Además, situado a 80 metros de Skaros, un impresionante peñón de donde se aprecian unas vistas hermosas de las islas que están cerca de Santorini.

El alojamiento ofrece una zona de estar y conexión WiFi gratuita, con TV de pantalla plana, aire acondicionado, cocina con microondas y nevera, baño privado con albornoces, caja fuerte, y algunas unidades cuentan con un comedor y/o un balcón. También dispone de un jacuzzi y una terraza de uso común. Pero fundamentalmente, desde el hotel obtuvimos una de las vistas panorámicas más impresionantes de nuestra estancia en Santorini.

Las otras 2 noches restantes, las pasamos en Blue Sky Cave House, una típica casa cueva al mejor estilo Santorini. Está ubicada en el centro de Oia, uno de los pueblos más bonitos y visitados de la isla.

Día 1: Red beach, Akrotiri, Megalochori y Vothonas

Una vez instalados en Imer Villas, decidimos comenzar por el sur de la isla, para ello, nos subimos al coche y fuimos directamente hacia la Playa roja (Red Beach), tal vez la más bonita de Santorini, que se encuentra muy cerca del pueblo de Akrotiri. Para llegar a la playa debimos dejar el coche en el aparcamiento, donde además, hay un chiringuito para comer o tomar algo. La ruta para llegar a la Playa Roja dura unos 10 minutos y es apta para todo público, eso sí, hay que tener precaución ya que no dispone de protecciones.

Al llegar, pudimos notar que la arena estaba muy caliente, y es de color rojizo y negro. Con un entorno surrealista, que se asemeja a un paisaje marciano, se encuentra bajo un acantilado, rodeada de enormes rocas. El mar, de un intenso color verde, es agradable y limpio, con aguas cristalinas, ideal para el buceo debido a la presencia de estas rocas únicas y especiales. Catalogada como una de las playas más extrañas del mundo, es importante llevar calzado especial para bañarse, ya que está lleno de rocas.

Pasamos una hora gozando del sol y del mar, y, después de comer unos bocadillos, quisimos conocer el Yacimiento Arqueológico de Akrotiri, que se encuentra a poca distancia. Se trata de un sitio arqueológico, con los restos prehistóricos más importantes del Mediterráneo, un pueblo que se quedó enterrado con la erupción del volcán, por lo que las ruinas se encuentran en perfecto estado de conservación (también es conocida como la «Pompeya Minoica»). Se han encontrado vestigios de principios de la era del bronce, siendo llamativo el excelente estado de preservación de los restos de la ciudad, donde se han encontrado vasijas, utensilios, muros enteros y, lo más importante, fragmentos de las pinturas murales que adornaban los edificios públicos y los privados.

Hecho esto, comenzamos a desandar el camino hacia Imerovigli, y solamente nos detuvimos unos minutos en el encantador pueblo de Megalochori. Pudimos ver sus iglesias con cúpulas azules y campanarios vistosos, sus casas encaladas y sus callejones serpenteantes, al que llegamos por una ruta empinada con vista a la caldera y las colinas cercanas llenas de viñas. Si visitas este pueblo, te aconsejamos completar esta lista de cosas que hacer en Megalochori más interesantes.

Continuamos el viaje y pasamos por el pintoresco pueblo de Vothonas, donde la mayoría de las viviendas son casas cueva que los aldeanos construyeron tallando las rocas volcánicas. Hay varias iglesias y capillas, entre ellas, la excepcional iglesia de Panagia Sergena que está tallada en una gran roca volcánica.

Por la tarde: Paseo por Imerovigli y atardecer

Después de tomarnos un pequeño descanso en Imer Villas, salimos a dar un paseo por el pueblo en el que estuvimos alojados, Imerovigli. El atardecer aquí es simplemente espectacular y se pueden apreciar algunas de las mejores vistas de la isla. Además, el ambiente nocturno es muy agradable y caminar por sus estrechas calles con vistas al océano te hará sentir una sensación de paz única. Después de ver el atardecer, fuimos a cenar a nuestro alojamiento y dimos por terminado el primer día de nuestra ruta por Santorini.

Día 2: Pyrgos, Ancient Thera y Kamari Beach

En nuestro segundo día de la ruta por Santorini, después de desayunar, partimos hacia el pueblo de Pyrgos. Se encuentra en la cima de una colina, muy cerca de un castillo veneciano, con casas tradicionales, cuyas calles siguen la forma de la colina. La aldea tiene 33 iglesias, siendo la más famosa el Monasterio de Profitis Ilias. Se halla a poco más de cuatro kilómetros, en el pico más alto de Santorini, a una altitud de 565 metros, y alberga un museo eclesiástico pequeño. Continuando un poco, llegamos al pie de la imponente montaña de Mesa Vuono, donde se encuentra el destacado sitio arqueológico de Ancient Thera, una antigua fortificación defensiva y excelente punto para vigilar el mar Egeo.

A cinco minutos en coche, llegamos a Kamari Beach, uno de los balnearios más populares y visitados de Santorini. Esta playa tiene 5 kilómetros de largo y está compuesta de arena volcánica negra, con aguas profundas y cristalinas y una serie de árboles. Cuenta con cientos de hamacas y sombrillas, duchas, socorrista de guardia y numerosas instalaciones, es muy concurrida, se mantiene muy limpia y ha sido galardonada con la Bandera Azul. Además, tiene zonas libres y más apartadas, para aquellos que quieran practicar naturismo.

La playa es ideal para todas las edades, y se pueden realizar una variedad de deportes acuáticos, como el windsurf, el esquí acuático, el surf y los botes de remo. Dispone de un ambiente animado con numerosos cafés, bares, y restaurantes junto al mar. Pasamos momentos muy agradables en familia por el resto del día y por la noche cenamos en el restaurante Vinsanto. Este restaurante, en relación calidad/precio nos pareció excelente, los menús son muy completos y está a unos pocos pasos de la playa.

Día 3: Fira, la capital de Santorini

Fira se encuentra en el centro de la isla, está cerca de todo y es considerada por muchos como el pueblo más bello de todo el Mar Egeo. Con una gran cantidad de restaurantes, cafeterías, bares, boutiques, tiendas de recuerdos, museos importantes, espacios de entretenimiento y una animada vida nocturna, tiene excelente combinación de belleza natural y actividades sociales. Ubicada al borde de un acantilado, a tan solo 2,4 kilómetros de nuestro alojamiento, nos ofreció unas panorámicas espectaculares del volcán sumergido conocido como la caldera.

Para visitar Fira desde Imerovigli elegimos no utilizar el coche. Existe una ruta que une Fira, con Oia, pero optamos por realizarlo desde Imerovigli, ya que es la parte más bonita y mucho más corta (ida y vuelta de 6,1 kilómetros). El recorrido va bordeando los acantilados, sin perder de vista la caldera, Nea Kameni, el camino está abundantemente señalizado y simplemente tuvimos que seguir las indicaciones de los carteles indicadores.

Una vez llegados a Fira, pudimos ver sus características calles empedradas, las casas blancas con ventanas azules, sus emblemáticos edificios de estilo veneciano, sus iglesias con cúpulas azules y casas encaladas. Es el pueblo más grande, concurrido y cosmopolita de la isla. Una de las características más curiosas, es que tiene dos catedrales: la Catedral Metropolitana Ortodoxa, situada en el Paseo Marítimo, que en su interior alberga frescos de Christóforos Assimis, un artista contemporáneo, que a la fecha (junio de 2022) tiene 77 años, y la Catedral Católica, dedicada a San Juan Bautista, que contiene una interesante colección de obras pictóricas. Destaca la mezcla de color azul con crema y tiene una elegante torre con un reloj.

Muy cerca de la catedral católica, se halla el Museo Arqueológico de Thera, donde se puede observar los tesoros y la evolución de la antigua civilización de las Cícladas. La colección incluye cerámica del Período Neolítico al medio de las Cícladas, estatuillas de mármol, artefactos metálicos, etc, además, el edificio de dos pisos, alberga piezas de las excavaciones en Akrotiri. Está abierto todos los días, excepto los martes, y la entrada cuesta 3 euros.

En la isla hay más de 600 templos, monasterios, iglesias, capillas, etc., pero la pequeña Iglesia Católica de San Stylianos ubicada en el paseo marítimo hacia Firostefani, es muy colorida y pintoresca. Al ser Fira la capital y la ciudad más grande de la isla, tiene una gran cantidad de hoteles, restaurantes, boutiques, tiendas de recuerdos y regalos, joyerías, librerías y también el mayor centro comercial de Santorini.

Nosotros no pudimos resistir la tentación de realizar algunas compras, para llevarnos algunos recuerdos. Encontrarás tiendas en todas partes del pueblo y algunas con espléndidas vistas al azulado Mar Egeo. Encontrarás desde gafas de sol, bolsos hechos a mano, joyas de diseño, relojes, los típicos imanes, hasta jabones hechos de lava negra/aceite de oliva. Después de comer unos gyros pitas en un puesto de comida griega, sobre 16:00, decidimos volver a nuestro alojamiento en Imerovigli.

Partimos a media tarde, cuando ya el calor no arreciaba, en un camino de modalidad moderada, aunque cuenta con alguna pendiente. Llevamos abundante agua, y nos detuvimos frecuentemente para sacar fotos y tomarnos un pequeño descanso. El sendero ofrece maravillosas vistas de la caldera, en especial desde Fira a Firostefani, cuando está constantemente al frente. En menos de dos horas hicimos el recorrido (ida y vuelta), lo que nos permitió al arribo, disfrutar a pleno de otra soñada puesta del sol en Imerovigli.

Día 4: Islas volcánicas y Oia

Si bien nuestra idea era pasar solamente tres días en Santorini, sobre la marcha decidimos quedarnos dos días más, razón por la cual debimos cambiar de alojamiento. En este caso optamos por el Blue Sky Cave House, una típica casa cueva para cuatro personas, ubicada en Oia y con vistas al mar. El alojamiento cuenta con WiFi, terraza con jacuzzi y una cocina totalmente equipada, lo que nos permitió preparar nuestras propias comidas y acortar gastos.

Por supuesto, no podíamos perdernos una excursión por el mar Egeo ya que, ver la isla desde el mar nos daba la posibilidad de apreciar aún más la belleza de las ciudades y poblados de Santorini. Una vez instalados, el servicio de recogida de la empresa que habíamos contratado para el crucero, pasó a buscarnos por un lugar determinado para trasladarnos al puerto de Athinios, dando comienzo el crucero.

El derrotero comenzó en la isla Nea Kameini, un islote, al que descendimos y una guía-pastora, previo pago de dos euros, nos mostró el Parque Natural Geológico Nacional de Nea Kameni. Después de incursionar el islote, regresamos al barco, que nos trasladó a la isla de Palea Kameni, donde el barco se detuvo a 50 metros de los baños termales, permitiendo a los pasajeros tomar un baño en las tibias aguas del Egeo, que son ideales ya que no son muy calientes.

Luego la embarcación enfiló hacia la isla de Therasia, donde nos dieron tiempo libre para nadar, comer o explorar la vieja localidad de Manola con sus escaleras de caracol y sus pintorescas casas, pero hay muchos lugares que visitar en TherasiaAl salir de la isla navegamos por Oia de regreso al puerto de Athinios, donde tomamos preciosas fotos de los acantilados y el impresionante paisaje. El tour continuó con un traslado en autobús al pueblo de Oia para ver el atardecer, dando por finalizado el viaje 30 minutos después. Para ver más información, puedes leer nuestra guía sobre la excursión a las Islas Volcánicas de Santorini.

Día 5: Oia y el atardecer más bonito del mundo

La visita a Santorini no estaría completa si no hubiésemos recorrido Oia, la ciudad más famosa y pintoresca de la isla. Al ser un lugar extremadamente turístico, nosotros optamos por hacer un recorrido al amanecer, precisamente a las 5:30 am. Este es uno de los mejores consejos que podemos dar para disfrutar de este hermoso pueblo, con poca gente y hacer fotografías con buena luz.

Con sus callejones de adoquines, encantadores, sus tradicionales hoteles en el estilo Cícladas, iglesias con cúpula azul y casas talladas en las rocas de un acantilado, comenzamos a recorrer sus casi dos kilómetros. Ubicada sobre un acantilado que, en algunos lugares supera los cien metros de altura, Oia proporciona excelentes vistas de la caldera, del intenso azul del mar Egeo, del este de Santorini, de la Bahía de Ammoudi y de la Isla de Thirassia. 

Además de sus dos plazas principales (una de ellas cubiertas con mármol) y la calle central (su tramo más importante también pavimentado con losas de mármol), que une el distrito de Perivolas y el tradicional barrio de Goulas, cruza la parte superior de la roca ramificándose por callejones estrechos. Una de las mejores cosas que ver en Oia, es alejarse un poco el centro y explorar las estrechas calles, callejones y escaleras, para encontrar buenos lugares donde tomar fotografías y disfrutar de maravillosas vistas.

Pasamos por la Iglesia de Panagia Platsani, sin duda la iglesia más famosa e impresionante de Oia, que tiene cinco cúpulas, la mayor pintada de azul. Sobre la puerta de entrada hay un mosaico dorado, y el edificio está decorado con ventanas arqueadas. El campanario tiene forma de pirámide, y contiene seis campanas. Bajamos los 240 escalones que nos llevaron a la Bahía de Ammoudi, y llegamos a una pequeña cala con aguas cristalinas de color turquesa, rodeada de impresionantes acantilados rojos, con restaurantes donde sirven deliciosas especialidades griegas. También visitamos la librería Atlantis, una de las librerías más encantadoras y famosas de Europa, ubicada en la calle principal del pueblo, con vista a la caldera.

Por supuesto, una de las cosas imprescindibles que ver en Oia es la inolvidable puesta de sol, siendo las ruinas del antiguo castillo veneciano de San Nicolás del lugar más popular para ver el atardecer en Santorini. Se halla a 150 metros de altura sobre el nivel del mar, y recomendamos concurrir con una hora de anticipación para conseguir un lugar preponderante, a esperar pacientemente a que el astro rey se esconda tras un mar de intensísimo azul y de paso a la luz crepuscular que precede la noche. Después de haber vivido esta experiencia, a nuestro entender, podemos decir que es una de las puestas de sol más bonitas del mundo.


Cuando hayas visitado Santorini, sabrás que has visitado uno de los tesoros del Mar Egeo. Un lugar extremadamente turístico, que podrás disfrutar al máximo organizando bien tu itinerario. Esta bella isla, con sus pueblos, playas, iglesias, sumado a la gran hospitalidad de su gente, te brindarán un recuerdo imborrable.

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