Santillana del mar en 3 días
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CantabriaEspaña

Santillana del Mar en 3 días: itinerario completo y alojamiento

Este itinerario completo de Santillana del Mar en 3 días será de gran ayuda a la hora de preparar tu viaje a uno de los pueblos más bonitos de Cantabria. Optimizando bien los tiempos y eligiendo correctamente tu punto de partida, tres días te permitirán conocer gran parte de la historia, el arte y los lugares imprescindibles de Santillana.

Jocosamente se la llama «la villa de las tres mentiras»: no es santa, no es llana ni es del mar. Más allá de esto, su entorno natural, su costa y su privilegiada ubicación, hacen que, esta bella ciudad de más de 4000 habitantes, que hacen del turismo y de la actividad agropecuaria su medio de vida, sea uno de los destinos preferidos por el turismo, por su exquisita gastronomía, por sus tesoros culturales, por su gente y por la alegría de sus festividades. Después de organizar el itinerario (es importante hacerlo siempre), decidimos dividir nuestro recorrido en tres días. De esta manera pudimos aprovechar el tiempo de la mejor manera en esta joya medieval.

Dónde dormir en Santillana del Mar

Santillana tiene una variada cantidad y calidad de alojamientos. Esto se debe a la gran cantidad de manifestaciones culturales, su riqueza patrimonial, la belleza de sus paisajes y la gran actividad turística. Es importante tener en cuenta que, el itinerario está pensado para iniciarlo desde el hotel que elegimos. Nosotros que viajamos con nuestros niños, por una cuestión de comodidad, y la excelente relación calidad precio, nos alojamos en Hotel Colegiata. Además, tiene una privilegiada vista panorámica a la villa de Santillana del Mar, con los Picos de Europa adornando el paisaje.

Día 1: Centro histórico

Después de dejar las maletas en el hotel, partimos desde el alojamiento y comenzamos nuestro primer día del Santillana del Mar en 3 días. La ruta empezó sobre la Calle de Los Hornos, hasta la Plaza Mayor (actualmente Plaza de Ramón Pelayo), la que nos arriesgamos a decir que es una de las más bonitas de España. En ella vimos la Casa del Cura de Carlos V (hoy devenido hotel), cuyo frente y balcones están cubierto de flores, y quizás sea el edificio más fotografiado de Santillana. Frente a ella se halla el Ayuntamiento, la Casa del Águila y la Torre de Don Borja.

Siguiendo por la Calle de las Lindas, hasta la Calle Cantón, después pasamos por la Casa Valdivieso, la Casa de Leonor de la Vega y la Torre del Merino. Allí hicimos un alto en el camino para comer en «El Jardín», un espléndido restaurante con una bella terraza, ideal para disfrutar con nuestros niños. Más adelante sobre la calle Río, la Casa de los Cossío y la Casa de los Quevedo (hoy convertidas en una sola),  junto a ella se encuentra el Lavadero y Abrevadero del siglo XVI, que estuvo en uso hasta mediados del siglo XX. Continuamos por Plaza las Arenas y llegamos al Museo del Barquillero que está ubicado en la Casa de la Archiduquesa Margarita de Austria y cuentan la historia de cómo preparaban los barquillos antiguamente y como se hace la pasta de los «barquillos» del famoso juego.

Seguimos adelante y llegamos a la Colegiata de Santa Juliana. Aquí nos detuvimos para conocer el monumento más importante de Santillana, y tal vez de Cantabria. A la Colegiata le debe el nombre de la ciudad, ya que, fue construida en el siglo VIII o IX con el nombre de «baseleca Sancta Iuliana», en 1228 fue llamada Villa de Sancta Illana, derivando a Santillana, con el agregado de «del Mar», por su cercanía al mar Cantábrico. Fue declarado Monumento Nacional en 1889 y Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2015.

Su interior está perfectamente conservado, con hermosos capiteles decorados con motivos geométricos y figuras. También hay algunos sarcófagos en los que, como era costumbre en el siglo XV, se enterraban personajes encumbrados de la época. El frente posee una torre cilíndrica y dos cuadradas, una hornacina con la imagen de Santa Juliana y sobre el costado tres ábsides.

Más adelante llegamos al  Palacio de los Velarde, construido a mediados del siglo XVI por Alonso de Velarde, y que se caracteriza por los balcones y escudos de la fachada. Finalizamos el día visitando el Museo de Jesús Otero, un destacado escultor de Santillana, que donó medio centenar de sus esculturas antes de morir. Otras de sus obras se hallan en museos de España, Francia, Colombia y EE.UU.

Día 2: Museo, Caminata y Zoo

Después de un merecido descanso, amanecimos y, tras un suculento y delicioso desayuno en el hotel, nos preparamos para la segunda jornada de nuestro Santillana del Mar en 3 días. Repetimos la ruta de calle de los Hornos, hasta la Plaza Mayor, seguimos por la calle de las Lindas hasta el Museo de la Tortura, en la calle Bertrand Clisson. Este es uno de los museos más extraños y tétricos de España. Allí pudimos observar más de 50 instrumentos para la tortura, que se utilizaron durante la época de la Inquisición.

A pocos metros del museo, sobre la Calle de la Carrera, pudimos observar la Torre de los Velarde, que data del siglo XV y fue construida por García de Velarde, un siglo antes del palacio  (del siglo XVI), que vimos ayer cerca de La Colegiata. Continuamos y al llegar a Plaza Gándara pasamos por la Oficina de Turismo de Santillana y luego fuimos al Museo Diocesano Regina Coeli, casi desconocido por el turismo en general, que alberga objetos eclesiásticos traídos de lugares tan disímiles como China y Perú entre otros. Junto al museo, vimos el Convento de San Ildefonso, que tiene el Cristo tallado en marfil más grande de España y la imagen de marfil más grande del mundo, traída desde Filipinas.

Continuamos por la Avenida del Alcalde Antonio Sandi y arribamos al Zoo y Parque Cuaternario de Santillana, que está calificado como uno de los cuatro mejores de España. Ocupa una superficie de 60.000 metros cuadrados y se divide en varios sectores bien diferenciados:  

  • Aviarios: Con gran cantidad de aves que vuelan libremente, pudimos observar pelícanos africanos, espátulas, ibis escarlata, pavos reales, flamencos africanos y chilenos, faisanes de varias especies, combatientes, grullas japonesas y un sinfín de variedades, divididos a su vez en cinco grupos, uno para cada continente.
  • Los orangutanes de Sumatra y los primates: Es especialmente encantador para los niños, ver como las crías de los orangutanes juegan con juguetes iguales a los que tenemos en casa.
  • Acuario y Terrario: Ubicado en un edificio de dos plantas, que tiene una elevada temperatura y humedad, pudimos ver en la planta baja, cientos de variedades de peces (incluidas las pirañas). También, vimos pequeños cocodrilos, serpientes, tortugas y anacondas. En la parte central iguanas y un curioso “taller de serpientes” donde vimos como una de ella engullía un ratón y otra un pollito.
  • El Jardín de Mariposas: ingresamos en una mini-selva donde 200.000 mariposas de 100 especies diferentes revolotean libremente entre monos ardillas, monos titíes y lémures.
  • La zona de Grandes Felinos: vimos la única pareja de panteras de las nieves de España, leones asiáticos, tigres blancos y leopardos de Sri Lanka.
  • El Parque Cuaternario: Por último, este lugar reproduce la era en la que, hace 14.000 años, algunas especies convivieron con los hombres de Altamira. Aquí pudimos ver jabalíes, renos, linces, corzos, bisontes europeos, ciervos, nutrias y osos.

Cabe destacar que durante su existencia el Zoo crió más de 40 especies en vías de extinción y aquí nació un caballo de Przewalski, especie en riesgo, que también habitó el lugar en aquellos tiempos. Además, en 1969 fue visto el último Caballo de Przewalski en libertad.

Después de más de tres horas de recorrido, siguiendo las huellas en el piso que nos indicaron el camino a seguir, pasamos por una zona de picnic y un café-bar. Se encuentra justo en el Mirador de las Garzas, donde aprovechamos para comer unos bocadillos. Agotados, decidimos regresar al hotel, del que nos separaban tan solo 15 minutos de caminata. Por la noche cenamos en el hotel e inmediatamente nos acostamos, para poder comenzar temprano nuestro último día en Santillana del Mar.

Día 3: Playa, Museo y Neocueva

Ya en nuestro último día del Santillana del Mar en 3 días, no podíamos dejar de conocer las playas de Santillana del Mar, (que no tiene mar). Para ello elegimos la playa de Santa Justa que se encuentra a 6,8 kilómetros, y a la que se llega en no más de 15 minutos. Esta pequeña playa, tiene la particularidad de tener una ermita incrustada en el acantilado. Se cree que data del siglo VIII y fue muy importante por la celebración de Santa Justa, los días 19 de julio de cada año. Por sobre la ermita vimos una fortificación, (Mota Justa o atalaya de San Telmo).

Es una bella cala, que tiene una longitud de 100 metros y un ancho que puede llegar a los 40 metros. Es de arena y piedra y cuando fuimos había muy poca gente. Tiene buenos accesos, vegetación, vigilancia y señalización de peligro. Prácticamente carece de otros servicios, por lo que habíamos llevado nuestras propias sombrillas.

Disfrutamos del sol algunas horas pero, antes de emprender el regreso a Santillana para participar de una visita obligada, como lo es, el Museo de Altamirapasamos por la Ensenada de Onzapera. Se trata de una piscina natural protegida por rocas, que es uno de esos lugares desconocidos que nos dejó boquiabiertos por la belleza y la paz que trasmiten.

Por cuestiones de protección, la «Cueva de Altamira« original se cerró al público en 1979 y declarada Patrimonio de la Humanidad de la Unesco en 1985, hasta el 2020 podían visitarla 5 personas por semana. Ahora se ha retomado una lista de espera que estaba parada hace años, y en la actualidad no se admiten nuevas solicitudes. La única manera para verla, es hacerlo en la llamada «Neocueva» en el museo. Allí están reproducidas las pinturas rupestres, que tienen hasta 35.000 años de antigüedad.

Si bien existen empresas que se ocupan de realizar diversos tours por Santillana, nosotros optamos por la visita guiada que ofrece Civitatis, para poder visitar la Neocueva y el Museo de Altamira. A la hora pactada nos encontramos frente al Museo y comenzó la visita, que por cierto, es muy interesante.

A la entrada vimos las salas de exposición donde nos ilustraron sobre la cueva (que se halla en las cercanías del museo), su descubrimiento y la historia que lo rodea. A su vez, pudimos ver la proyección constante de un documental que lo ilustra. Ya en la Neocueva, observamos una copia del Techo de los Bisontes, donde se ha respetado la forma de las piedras y los dibujos de la cueva original. Asimismo, hay dibujos de ciervos y otras figuras realizadas en el paleolítico.

Con esta visita dimos fin a nuestro hermoso viaje a Santillana del Mar en 3 días, que no solo satisfizo nuestra curiosidad turística, sino que nos aportó conocimientos y nuevas sensaciones. Un paseo realmente impresionante, lleno de historia, arte y lugares inolvidables.

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  1. Maritza Garcia says:

    Excelente relato que narra el recorrido por un lugar muy interesante para conocer. Su narrativa y fotos despierta el interés en el lector por conocer el lugar

    1. ¡Hola Esther! Puedes llegar de varias maneras: en tren, en coche, en autobús o en avión. Si optas por ir en avión, tienes la ventaja de que Santillana del Mar está a solo 25 minutos en coche del Aeropuerto de Santander. Un saludo

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