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Cordiñanes en la Montaña Leonesa

Montaña Oriental Leonesa en 3 días: Itinerario completo y alojamiento

Una asignatura que teníamos pendiente, era visitar la Cordillera Oriental Leonesa, parte del Parque Regional de Picos de Europa y de la Cordillera Cantábrica, que tiene formas que enamoran a la vista y se caracteriza por su gran variedad paisajística, así como por su diversidad costumbrista, folclórica, poblacional y gastronómica. Para ello organizamos una ruta de 3 días en la Montaña Oriental Leonesa. En el trajín, pudimos conocer algunos de los pueblos más bonitos de la Montaña de Riaño, un atractivo realmente imperdible en la zona.

Dónde alojarse en la Montaña Oriental Leonesa

Jardín del Hostal Ventasierra

Como base, fijamos el pintoresco pueblo de Valdoré, ya que nos habían recomendado el Hostal Restaurante Ventasierra, desde donde partimos para visitar las atracciones de la zona, que son muchas y muy bonitas. Este cómodo hostal, con más de tres décadas trabajando, se encuentra a 5 minutos a pie del centro del pueblo. Situado en un lugar sencillo y tranquilo, a orillas del río Esla y a 80 kilómetros del aeropuerto de León.

Su ubicación es perfecta, ya que, desde allí parten algunas de las mejores rutas, y es ideal para descansar y desconectar. Disfrutamos de su restaurante a la carta, su jardín y el bar. Además, el recinto sirve de centro para eventos de piraguïsmo y otras actividades deportivas y de motor. Como siempre hacemos (y recomendamos hacer), organizamos el itinerario, para hacer una ruta de tres días en coche por los lugares más épicos de la Montaña Oriental Leonesa.

Día 1: Calzada Romana, Lois, Argovejo y Museo Minero

A media mañana arribamos al hostal y, después de acomodarnos, nuestra ansiedad fue más fuerte que el cansancio producido por el viaje, e inmediatamente comenzamos el recorrido que habíamos proyectado previamente, para aprovechar al máximo el día. Justo frente al hostal, a orilla del río Esla, comienza la Calzada Romana, entre Las Salas y Valdoré, un tramo “inclusivo”, dado que tiene una aplicación presente en todos los móviles, que les permite a los discapacitados visuales y auditivos realizar el recorrido. La app ofrece las características del lugar, tanto en autodescripción como en lenguaje de signos.

Se trata de una fácil caminata, que nos permite recorrer la vía romana que unía León y Asturias. El camino va entre robles en una ligera subida siguiendo el cauce con el río Esla a la izquierda. Un sendero sencillo que atraviesa por unas praderas, pero continúa dentro del bosque. Una de las cosas más importantes que nos brinda, es que se trata de una ruta alternativa del Camino de Santiago, siendo su principal beneficio, que puede realizarse sin las aglomeraciones que se producen en la ruta tradicional.

Calzada Romana - Montaña Oriental Leonesa
La emblemática Calzada Romana

Luego abordamos el coche y comenzamos nuestra ruta por la montaña leonesa. El primer lugar elegido fue el peculiar pueblo de Lois, distante unos 18 kilómetros, en medio de una zona de desfiladeros. Allí quedamos impresionados por la iglesia de Santa María, más conocida como “La Catedral de la Montaña”. Está situada a más de 1200 metros de altitud, y fue construida hace 250 años por el arquitecto Fabián Cabezas, maestro mayor de la catedral de Toledo, utilizando mármol (jaspe) rosado obtenido en una cantera local.

Catedral de Lois
La Catedral de la Montaña, en Lois

Seguimos viaje y pasamos por Salamón, un pueblo muy peculiar de 48 habitantes, situado a 1065 m de altitud. Más adelante llegamos al pueblo de Argovejo, un lugar mágico, donde comienza uno de los rincones más maravillosos de León, el milenario Hayedo de Argovejo. Es un espacio armonioso donde el agua, la piedra, el musgo y las hayas son las grandes protagonistas, uno de los más bellos y visitados del Parque Regional Montaña de Riaño y Mampodre.

Hayedo de Argovejo
Hayedo de Argovejo

Después de una intensa mañana pasamos a visitar el Puente de Crémenes y luego retornamos al hostal cansados y hambrientos. Una vez arribados, nos instalamos en el restaurante, para disfrutar de una opípara comida, que consistió en una entrada preparada con queso, almendras y manzanas, una cecina de León, llamado coloquialmente jamón de vaca. Como plato principal, unas patatas rellenas que estaban de rechupete y de postre una exquisita mousse de limón. Realmente quedamos satisfechos, por lo que decidimos tomarnos un pequeño descanso, antes de seguir gozando de los hermosos paisajes leoneses.

A media tarde reanudamos nuestro paseo, y como no podía ser de otra manera, fuimos a visitar el Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León, una obra maestra de la arquitectura y de inmenso valor histórico. Fue la primera “ferrería” de España en utilizar altos hornos alimentados con Carbón De Coque. Además, también pioneros en usar las grandes maquinarias que revolucionaron la industria siderúrgica en Europa. Se trata de grandes máquinas de la provincia y otras de vapor importadas de Gran Bretaña. Realmente, uno de los lugares imprescindibles que visitar en León, y poder conocer en familia, la historia de la minería leonesa.

Maquinaria del Museo de la Siderurgia y la Minería
Maquinaria del Museo de la Siderurgia y la Minería

Ya de regreso, procedimos a dar un paseo por Valdoré. Un pueblo pequeño, pero que tiene un encanto especial, con sus casas de piedra con tejados rojos, sus típicos balcones y sus cuidadas callejuelas. Después, volvimos al hostal, y descansamos un momento mientras los niños jugueteaban unos minutos en el jardín junto al río, con algunos perros, gallinas y otros animalitos. Hecho esto, dado que la comida del mediodía nos encantó, ingresamos al restaurante del hostal para cenar, antes del merecido descanso después de un día intenso.

"Valdoré

Día 2: Riaño, Fiordos Leoneses y pueblos de montaña

Ansiosos por visitar y conocer las bellezas del lugar, empezamos nuestro segundo día en la Montaña Oriental Leonesa. Nos despertamos temprano para desayunar ya que, desde el hostal se puede acceder a las diferentes rutas turísticas de la zona y lugares de interés, razón por la cual, a primera hora de la mañana, partimos al siguiente destino: Riaño.

El actual pueblo de Riaño, nada tiene que ver tiene con cómo era antes de 1987, ya que, junto con ocho pueblos más fue inundado con la construcción del embalse. Una de las imágenes más bonitas que se pueden encontrar, no solo en León, sino en toda España es la del pueblo de Riaño sobre el embalse del mismo nombre.

Riaño - Montaña Oriental Leonesa
Riaño, uno de los pueblos más bonitos de la Montaña Oriental Leonesa

Lo primero que decidimos visitar, fue el columpio más grande de España y, para ello, nos acercamos con el coche en dirección al Cementerio Municipal de Riaño subiendo hasta un aparcamiento, luego andando algunos minutos deberemos completar el recorrido hasta los miradores y el Columpio de Riaño.

Se encuentra a 1200 metros de altura, mide ocho metros y es un gran atractivo turístico y de ocio en esta zona de la Montaña Oriental Leonesa. En el podrás experimentar la sensación de que te estás columpiando entre los picos de Gilbo, Yordas y Espigüete, con el marco incomparable del Pantano de Riaño. Desde el mirador podrás contemplar el pueblo de Riaño, el Pantano de Riaño, y un sin fin de parajes, montañas y naturaleza digna de visitar.

Columpio de Riaño
Columpio de Riaño

Acto seguido, comenzamos a sentir el deseo de probar algún manjar local, por lo que, nos dirigimos a Boca de Huérgano, distante pocos kilómetros de Riaño, para visitar la famosa Panadería Tierra la Reina. Es una fábrica de pastas, que ya en la época de los años 40 abastecía de pan y dulces a todas las familias de la zona y que más de ochenta años después sigue haciéndolo. Allí nos recibieron amablemente y probamos sus especialidades, llevándose los laures sus galletas, que nos supieron deliciosas. A su lado, se halla la Quesería Piedra Los Mártires, que desde 1946 elabora el afamado queso de la montaña leonesa.

Panadería Tierra la Reina
Galletas de la Panadería Tierra la Reina

Regresamos a Riaño, para no perdernos una de las actividades más increíbles; un paseo en barco por los “Fiordos Leoneses“. Esta travesía nos ha llevado a navegar sobre el antiguo Riaño y otros ocho pueblos que quedaron sumergidos bajo las aguas del embalse. También pudimos ver el Valle de Anciles y el Pico de Yordas, con casi 2000 metros de altura. Además, en el barco nos brindaron una amplia información sobre el embalse. Realmente una de las mejores cosas que hacer en Riaño.

Vistas del Barco de Riaño
Vistas desde el Barco de Riaño

Después de poco más de una hora, que es lo que dura el crucero, decidimos conocer la Plaza de Cimadevilla, que es prácticamente un museo al aire libre. Cuenta con un hórreo leonés, un potro de herrar las vacas y un chozo de pastores, del tipo de “horma o terruca”, típico de la montaña de Riaño. Frente a la plaza, la iglesia de Santa Águeda, una Iglesia Románica del siglo XIII, que fue traída desde Pedrosa del Rey, de donde fue trasladada piedra a piedra antes que el pueblo fuera anegado por el embalse.

Hecho esto, pasamos por el Museo Etnográfico Montaña de Riaño, donde se recopilan piezas históricas y etnológicas de la montaña oriental leonesa. Además, permiten conocer su cultura, su tradición, las fiestas populares, trajes tradicionales, antiguos oficios, arquitectura, fotografías, restos prehistóricos, etcétera.

Plaza Cimadevilla
Plaza Cimadevilla en Riaño

Después de tanto trajín, llegó la hora de comer y, regresamos al hostal, donde una vez más fuimos sorprendidos por la exquisitez de la comida. Disfrutamos de una copiosa comida, con porciones realmente abundantes. Luego, como de costumbre, realizamos un pequeño descanso, antes de seguir explorando los alrededores.

Tras una reparadora siesta, nos trasladamos al Museo de la Fauna Salvaje, ubicado entre los pueblos de Valdehuesa y Rucayo, al lado del Embalse del Porma, y situado a aproximadamente 30 minutos del hostal. En este original museo, hay fauna procedente de los cinco continentes: más de 20.000 especies entre aves, insectos y mamíferos. Entre las especies, podrás ver 450 mamíferos grandes de todos los continentes, 100 primates, 300 pequeños mamíferos, 50 reptiles y más de 500 aves. Todos son animales disecados a partir de sus propias pieles, que el taxidermista italiano Salvatore Rabito dotó de vida. Tiene aproximadamente 5000 m2 de pintura al fresco, realizados por el naturalista León Frías, que contó con la colaboración de Silvia Doménech y Juan Antonio López.

Además, cuenta con un Museo entomológico, que contiene una completísima colección de más de 10.000 variedades de diferentes insectos. Destacan especialmente los coleópteros y las mariposas de todas las partes del mundo que se exponen en vitrinas, consiguiendo todo un espectáculo de colorido y belleza.

Museo de la Fauna Salvaje
Museo de la Fauna Salvaje

Después de maravillarnos en el museo, continuamos el viaje, recalando en Puebla de Lillo. Este bello pueblo está ubicado en el Parque Regional de los Picos de Europa, a 1144 metros de altura. Allí pudimos admirar el Torreón de Puebla de Lillo, conocido como La Torre. Una fortificación del siglo XIV, que a la fecha funciona como Centro de interpretación y Casa, del llamado Parque Regional Montaña de Riaño y Mampodre.

Torre medieval de Puebla de Lillo
Torre medieval de Puebla de Lillo

Para terminar la jornada, nos dirigimos a Cofiñal, un pueblo situado en la margen izquierda del río Porma. Ubicado en el límite entre León y Asturias adquirió relevancia, por su cercanía a la Estación de esquí de San Isidro, sobre la comarca del Alto Porma. Famoso por la belleza de uno de los mayores bosques de pino autóctono de León, también se pueden ver hayas y robles y una profusa fauna, que incluye águilas, lobos, jabalíes, garduñas, pardillas, zorros, etc. Destaca la iglesia de San Adriano, y dispone de innumerables rutas de montaña.

Cofiñal - Montaña Oriental Leonesa
Cofiñal, en la Montaña Oriental Leonesa

Ya sobre el ocaso, regresamos al hostal para cenar. En esta oportunidad, la comida consistió en una ensalada mixta preparada con verduras frescas de la quinta y un delicioso pollo de corral acompañado por patatas fritas. Como postre, un arroz con leche cremoso, que tenía un sabor excelente y una textura perfecta.

Dia 3: Picos de Europa y Ruta del Cares

Después de pasar el primer día soleado y el segundo con algunos nubarrones, el tercer día en la Montaña Oriental Leonesa nos deparó una agradable sorpresa: amanecimos con una tenue nevada. Como de costumbre desayunamos, y partimos hacia el destino que habíamos programado. Nos montamos al coche y comenzamos nuestro derrotero hacia los Picos de Europa.

Al arribar a la altura del Puerto de Panderruedas, nos sorprendió una fuerte nevada, hasta que llegamos por fin, al maravilloso pueblito de Caldevilla de ValdeónEs inimaginable la belleza de este pueblo que se halla a orillas del río Cares. Ver los trece hórreos nevados, testigos de un pasado reciente, fue un espectáculo que nunca olvidaremos. Situado a 939 metros de altura, conserva todo el encanto rural tradicional, que quedará grabado por siempre en nuestras retinas.

Caldevilla de Valdeón - Montaña Oriental Leonesa
Nieve en Caldevilla de Valdeón

Después de una breve caminata y las fotos de rigor, seguimos viaje. No tuvimos que avanzar demasiado, ya que, a solo un kilómetro se encuentra Soto de Valdeón. Es un poblado de similares características, en el cual nos llamó poderosamente la atención un corral con una tropilla de caballos hispano-bretón. Se trata de una raza obtenida por la cruza de pura sangre español, con bretón, que se caracteriza por ser resistente a las grandes amplitudes térmicas (desde 0 a +30 grados). Especialmente interesante y tierno, fue haber visto entre los ejemplares, un potrillo que aparentaba haber nacido hacía pocos días.

Caballos en Soto de Valdeón
Caballos bajo la nieve en Soto de Valdeón

Hecho esto continuamos hacia Posada de Valdeón, un pueblo que es el centro turístico del Valle de Valdeón. Aún mantiene el carácter rural, con sus tradicionales casas, en un entorno natural, y con la peculiaridad de tener la iglesia de Santa Eulalia, un edificio histórico, que oficialmente data de 1098. Nos montamos nuevamente en el coche para proseguir viaje, esta vez hacia Caín.

Vistas de Posada de Valdeón
Vistas de Posada de Valdeón

La nevada había disminuido y aprovechamos para visitar Cordiñanes, un pueblo con una ubicación privilegiada, que vale la pena conocer. Cuando al fin arribamos a Caín de Valdeón, ya no nevaba y entonces pudimos explorar uno de los pueblos más bonitos de España. Ubicado a los pies del Valle de Valdeón, desde allí parten un sinfín de rutas de senderismo, entre ellas la famosa Ruta de Cares.

Caín - Montaña Oriental Leonesa
Caín, uno de los pueblos más bonitos de León

Tentados por la mejora del tiempo, comenzamos a recorrer esta ruta, por la que transitamos aproximadamente dos kilómetros. En este tramo, pudimos disfrutar bellísimas vistas, a tal punto que el obturador de la cámara fotográfica no cesó de disparar. El camino es estrecho y debíamos avanzar con mucho cuidado, porque la hermosura del paisaje, da lugar a las distracciones. Durante la ruta atravesamos la montaña bordeando el río y a cada paso los paisajes se veían increíbles. Seguimos avanzando hasta llegar al primer puente. Allí decidimos regresar ya que, los niños estaban cansados y no podrían realizar los doce kilómetros de la ruta. Es por ello que, en un futuro, nos tomaremos todo un día para hacerlo completo.

Ruta del Cares - León
Primer tramo de la Ruta del Cares comenzando desde Caín

Después de un largo día, volvimos al Hostal Ventasierra para gozar de la última comida en la zona del Parque regional Montaña de Riaño y Mampodre. La despedida culinaria, consistió en una entrada con embutidos de la zona y un revuelto de morcilla. Como platos principales, chuleta de ternera y cordero asado y de postre, helado. Una vez que terminamos de comer, montamos las maletas en el coche y saludamos al personal del hostal. Siempre nos atendieron amablemente y con deferencia, brindándonos un servicio digno de un hotel de cinco estrellas.

Así emprendimos el regreso a nuestro hogar, con la firme convicción que regresaremos a la brevedad. Disfrutamos plenamente el viaje, y seguramente volvamos para completar la ruta del Cares, que quedó pendiente. Un viaje maravilloso que vale la pena hacer.

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