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San Esteban de Pravia: qué ver en el pueblo y alrededores

San Esteban de Pravia se ubica sobre la margen izquierda del río Nalón, a pocos metros de su desembocadura en el Cantábrico y es uno de los pueblos costeros de Asturias más pintorescos. La característica principal, es el nombre de su puerto: “Puerto carbonero de San Esteban”, ya que, San Esteban nunca fue un pueblo, ni un puerto de pescadores. Sino que, desde principios del siglo XX, fue el primero y único puerto carbonero de España.

Es por eso que, su paisaje refleja un pasado de grúas antiguas, viejos almacenes y restos de los cargaderos de carbón. También merece la pena dar un paseo por el Dique Oeste y el Dique Norte. Desde ellos puede accederse a lasPiscinas de Agua de Mar de San Esteban, observar la ría, la costa de acantilados y las playas a las que se llega a través de la Ruta de los Miradores.

Orígenes del pueblo

Ya desde la Edad Media se desarrolló como puerto comercial, cuando se transformó en lugar de almacenamiento en alfolíes de sal, para su posterior embarque. En el siglo XVIII se exportaba la madera que procedía del Bosque de Muniellos, las armas de la fábrica de Trubia y el carbón de Langreo. A fines del siglo XIX, con la llegada del ferrocarril, se adecuó el puerto para el transporte del carbón de hulla asturiano, con el fin de enviarlo a los Altos Hornos de Vizcaya.

Lentamente la ocupación decayó y en los años setenta se puso fin a la actividad portuaria carbonera. Es así que, hoy se conserva el recuerdo del florecimiento minero asturiano, en el “Conjunto Histórico Industrial” del Puerto de San Esteban de Pravia.

Cómo llegar a San Esteban

San Esteban tiene una buena conexión con las principales carreteras y es fácil llegar desde cualquier parte de Asturias. Las cuatro maneras de hacerlo son: en autobús, tren, taxi o en coche. Por una cuestión de comodidad aconsejamos hacerlo en coche. Sin embargo, también se puede llegar en barco y en avión debido a su cercanía con el Aeropuerto de Asturias

  • Coche: Desde Avilés, Gijón, Oviedo, Santander, A Coruña, etc., se puede llegar por la Autovía del Cantábrico/A8, tomando la salida 425.
  • Autobús: Se puede llegar a través de los autobuses de la empresa ALSA, con parada en Muros de Nalón y San Esteban de Pravia.
  • Tren: Se llega a la estación de S. Esteban, por la línea de FEVE desde Oviedo, con servicios cada hora.
  • Barco: Se puede acceder a través de barco, al puerto pesquero y deportivo (Puerto de San Esteban o Puerto Norte), situado en la desembocadura del río Nalón.
  • Avión: A unos 10 km, se encuentra el Aeropuerto de Asturias, pudiendo acceder por carretera a través de la Autovía del Cantábrico/A8, tomando la salida 432.

La mejor época para visitar el pueblo

La mejor época del año para visitar San Esteban es desde finales de junio hasta principios de septiembre, ya que los veranos son cortos y cálidos; los inviernos son largos, fríos, ventosos y lluviosos. El tiempo en San Esteban de Pravia suele ser nublado casi todo el año.
De junio a septiembre, la temperatura promedio es de 21 grados, con máximas de aproximadamente 26 grados. De noviembre a marzo, 14 grados promedio, con mínimas aproximadas de 6 grados.

Dónde alojarse en San Esteban de Pravia

Como es una constante en Asturias, aquí hallarás una gran variedad y calidad de alojamientos. Desde modestos moteles, pasando por cómodos Airbnb, casas rurales, hoteles para todos los gustos y apartamentos. Incluso la mítica pensión “Brillante”, inaugurada en 1905, y que alojó al célebre poeta Rubén Darío, reabrió sus puertas en 2021 como “Gran Hotel Boutique Brillante”. Conservando fielmente la esencia de la antigua Hospedería, pero dotado de modernas tecnologías. Además, una decoración mimada hasta el último detalle y una muy cuidada estética para hacer cada momento memorable.

Disfruta su exquisita gastronomía

Para conocer la cultura gastronómica de San Esteban de Pravia, debemos comprender los placeres de la comida marinera. Con platos como, el “pixín” o rape, (que incluye cazuelas de “pixín”, fabes con “pixín” o “pixín” frito) salmón, bonito, pulpo, sardinas besugo, merluza, setas con mariscos y las incomparables angulas de San Esteban. La cocina local está asociada a los pescados y mariscos.

Si eso lo completamos con los manjares producidos en sus huertos, sus exquisitas frutas y sabrosos postres, como el arroz con leche, las natillas, los flanes, los brazos de gitana, las tartas (de manzanas o de almendras), el requesón, etc., tendremos como resultado una gastronomía inigualable e irresistible.

Qué ver en San Esteban y alrededores

En San Esteban de Pravia, tendrás la oportunidad de ver una enorme variedad y cantidad de bellos lugares, que van desde conocer sus bonitas construcciones, hasta su maravilloso puerto-museo. Además, podrás caminar por sus paseos, subir a sus miradores y disfrutar de sus playas.

Un paseo por las calles de San Esteban

Esta pequeña villa portuaria, poseedora de un importante patrimonio histórico-cultural, un atractivo paisaje, con sus casas repletas de colorido, ofrece al visitante una imagen bella y pintoresca. En tu caminata, podrás ver que cuentas con todo lo que esperabas encontrar y mucho más. Como una piscina de agua salada, una espectacular ría, una ruta de miradores excepcional, un puerto pesquero y otro deportivo, una capilla, una bella playa, y lo más importante, un ambiente relajado con gente atenta y servicial.

Las construcciones más emblemáticas

Entre los edificios más significativos, se encuentra el de la Junta de Obras del Puerto. De diseño ecléctico, es un clásico ejemplo de la arquitectura portuaria. Proyectado en 1929, consta de dos cuerpos, grandes ventanales, y fue construido en ladrillo y piedra. También cuenta con una gran escalera central (escalera imperial o de doble tiro), conservando a través de los años, la carpintería y el mobiliario original.

La Casa de Baños, que luego pasó a ser la comisaría del puerto, data de 1926, y se trata de un pequeño edificio, con techo a dos aguas y tejas árabes. Sobre la puerta de medio punto puede leerse la inscripción «Comisaría». Ubicada en el parque que alegóricamente simboliza a San Esteban, debemos mencionar la Caseta de Carabineros. Una construcción de 1930 de estilo «paquebot», asimismo, fue Oficina de Información Juvenil.

Digno de ver, es también el Edificio de Aduanas Marítimas, que fue construido entre 1941 y 1942. Inicialmente sirvió como aduanas marítimas y luego albergó a los carabineros del puerto hasta su cierre. En su bajo el garaje y oficinas, albergó la llamada “vista de aduanas”, asimismo, en el piso contaba con dos viviendas. La Casa del Vigía, controlaba la entrada del puerto y está situada al final de la dársena, punto de arranque del dique.

Como toda villa que tuvo un crecimiento rápido y próspero, San Esteban de Pravia, en nada se parece a las típicas villas marineras asturianas. Esto se debe a que existen varias casas de indianos, con jardines adornados por coloridas hortensias y exóticas palmeras, como la Casa de Altamira, que fue la vivienda del afamado pintor Rafael Altamira Crevea.

El puerto de San Esteban – El futuro del pasado

Gracias a su pasado portuario-carbonero, hoy San Esteban forjó un futuro de turismo, ya que su puerto fue declarado de interés histórico-industrial.
Lo primero que verás son sus imponentes grúas. Dos de ellas fabricadas en los talleres Babcock-Wilcox y la restante en los de Zorroza, ambos en Vizcaya, entre 1929 y 1930. Otro de los atractivos son sus antiguos cargaderos, de los que se conservan dos de los tres originales. A los cargaderos llegaban las vías de la Sociedad General de Ferrocarriles Vasco-Asturiana, para el transporte de carbón desde el valle minero de Turón hasta el puerto de San Esteban.

Al final de la vía férrea, se hallan las tolvas de “El Carbayo”, construidas entre 1929 y 1936 sobre la ladera de la montaña. Allí se almacenaba el carbón, que mediante cintas transportadoras eran llevado a los fosos, los que a su vez, se comunicaban a los cargaderos. Al finalizar éstos, se encuentra una caseta de madera, que resguardaba el basculador, de los vagones.

Uno de los elementos más interesantes, pero que suele pasar inadvertido (parece un barco más en el amarre), es el remolcador San Esteban. Conocido como “El Vaporín” que es el buque más antiguo del Cantábrico, pero que aún está en condiciones de navegabilidad.

Fue construido en 1902 en los astilleros Philip & Son Shipbuilders Ltd.- (Dartmouth – Reino Unido). Cumplió funciones hasta la década del 60. Sin embargo, en 1998, la Sociedad Protectora del Remolcador San Esteban lo adquirió para su reparación, hallándose en la actualidad en perfecto estado de conservación y funcionamiento.

Paseo del puerto

Además de su pasado industrial, también podrás ver nuevas instalaciones, como por ejemplo el astillero artesanal. Los antiguos cargadores han sido integrados al paseo accesible desde el pueblo mismo y desde la carretera, que te conducirá a la playa y los muelles para el atraque de embarcaciones deportivas. Siendo el remate de la visita el Faro de San Esteban de Pravia, situado en la barra de San Esteban. Esta caseta blanca, de estructura cilíndrica, data de 1945 y se ubica en la desembocadura del río Nalón al Cantábrico.

La senda costera de Muros del Nalón – Los Miradores

Con un recorrido de casi dos kilómetros, y varias zonas de descanso, la primera parada es el espigón, donde hallarás un enorme aparcamiento. A mano derecha está la escalera que te llevará a la Ermita del Espíritu Santo. Después de subir 420 escalones habrás arribado a la ermita que también es el primer mirador y el punto más alto de la senda costera. Desde allí tendrás las mejores vistas del Cantábrico, de las playas del Focarón, el Garruncho y la Guardada al oeste. A lo lejos la costa de Cudillero y hacia el este divisamos la Playa de los Quebrantos, el playón de Bayas, la Isla de Deva y la desembocadura del Nalón.

Desde aquí debes continuar por un sendero pedregoso, a través de bosques de castaños y eucaliptos y, las señales te irán guiando hasta llegar al mirador de la Atalaya. Desde su terraza se observan las playas de la Atalaya y la Cazonera. Además, a lo lejos se ve el espectacular Faro y el Cabo de Vidio, donde se encuentra el Mirador del Sablón, que dispone de un banco con una de las mejores vistas del mundo.

Si continúas a tu derecha, por dos puentes de madera que cruzan sendos arroyos, llegarás al mirador de los Glayos. Luego podrás descender hasta un área recreativa donde se halla el mirador Alto de las Llanas y debajo la preciosa playa de las Llanas de arena fina, a la que puedes acceder desde este punto, a través de un empinado camino. Si continúas por el sendero arribarás al mirador del Campón, desde donde verás la playa de Xilo, para luego descender hasta la Playa del Aguilar.

Regreso al pueblo

Para regresar deberás hacer el camino inverso, lo que hará que hayas recorrido, poco más o menos, doce kilómetros, en un sendero de dificultad baja y en poco más de tres horas y media. Es dable destacar, que se trata de una senda en excelente estado, muy cuidada, con fuentes, bastantes tramos con sombra, además, podrás descender a varias calas.

Las playas de San Esteban de Pravia

San Esteban de Pravia solo dispone de una playa urbana, pero, como ya quedó reflejado en la senda costera, tanto hacia el este, como hacia el oeste de la desembocadura del río Nalón, las hay para todos los gustos. Por ejemplo, la playa de los Quebrantos y el Playón de Bayas. Ambas pertenecen a San Juan de la Arena, ya que están del otro lado de la desembocadura del Nalón, y componen el arenal más grande de todo Asturias. Además, en los alrededores de San Esteban de Pravia, puedes encontrar algunas de las mejores playas asturianas, como por ejemplo, la Playa del Silencio.

Playa de San Esteban – El Espigón

Se trata de una pequeña playa de guijarros, que se encuentra protegida por el espigón del puerto de San Esteban y los acantilados. Cuenta con dos zonas más rocosas, conocidas como Focarón y Garruncho, solo accesibles en bajamar. Está situado en las inmediaciones de las piscinas de agua salada, y desde allí comienza la senda de los miradores. Tiene una longitud de unos 60 metros y un ancho de alrededor de 20 metros. Además, dispone de aparcamiento, señalización, servicios, equipos de salvamento, duchas, teléfono, etc.


El hecho de pasear por San Esteban de Pravia, ya es una encantadora experiencia. Sin embargo, el estar junto al río Nalón y a metros del mar, hace de la villa un paraíso de la actividad náutica como pesca recreativa, remo, vela, o SUP. Además, la iluminación del puerto es verdaderamente espectacular y las extrañas luces que parecen flotar en el río durante la noche, no son, ni más ni menos, que los pescadores de angulas, un exquisito manjar de la mesa asturiana. ¡Visita San Esteban de Pravia, realmente lo vale!

    1. ¡Hola Ángel! Si te refieres a «Nalón», se menciona unas cuantas veces ya que también se habla sobre lugares o localizaciones muy cercanas al río Nalón. Como puedes ver, el pueblo está junto a dicho río y es lógico que se hable sobre este tema. Es como ir a Oporto y no mencionar el río Duero. Un saludo y gracias por tu aporte.

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