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Que ver y hacer en Gandria, Suiza

Conservándose igual que hace cien años, como si se encontrara aprisionado entre el lago Lugano (en italiano Ceresio) y las accidentadas laderas del monte Brè, nos encontramos en Gandria.

En medio de un bosque de castaños, como sacado de un cuento romántico e indemne al paso del tiempo, nos remonta a épocas remotas. Ubicado en el cantón del Tesino frente a la frontera italiana, tiene el honor de ser el último pueblo suizo. Cuando mires las cúspides de las montañas situadas frente a él, estarás mirando Italia.

Origenes del pueblo

Para comprender mejor la inusual idiosincrasia de los habitantes de Gandria debemos recurrir a su historia. Alrededor del 800 a.C, en la edad de hierro se hallaban asentados en el lugar los celtas. El Sasso della Predescia que está tallado con extraños jeroglíficos, es una gran piedra hallada en el lugar que perteneció a esa población.

De hecho, muchos nombres, tanto de los habitantes como de algunos lugares tienen ese origen (Bré en celta significa montaña). El lago Lugano visto desde la cumbre de la montaña se asemeja a las astas de un ciervo. El dios de la fertilidad en celta es Keresios (se representaba con las astas de un ciervo) de allí el nombre del lago en italiano: “Ceresio”.

En el año 196 aC los romanos invaden la región y, si bien el actual emplazamiento de Gandria estaba deshabitado, en Bré y Castagnola se encuentran indicios de ese dominio. Es a partir de 1237 que en los archivos del obispado de Como aparece el nombre Gandrio. No se encontraba en el mismo lugar, sino en la mitad de la montaña (aun hay ruinas que lo certifican).

La fusión de Gandria y Lugano

Finalmente, en el siglo XIV los lugareños se establecieron en el actual posicionamiento. Se dedicaron al cultivo, la ganadería y a la pesca dado que, para llegar al lugar solamente podía hacerse por agua (o tener un estado físico formidable para hacerlo a pie). En 1936 se construyó la carretera y con ella el progreso llegó al que hoy, es uno de los pueblos de Suiza con más encanto.

Recién en el año 2004 Gandria se anexó a Lugano ya que hasta esa fecha funcionó como un barrio independiente. Hoy Gandria es un pueblo cosmopolita con inmigrantes estadounidenses, italianos, palestinos, alemanes, haitianos, colombianos, nicaragüenses y habitantes de otros cantones suizos. Los hay de todas las profesiones: alfareros, arquitectos, músicos, pintores, empleados de la banca en Lugano, etc.

¿Qué idioma se habla en Gandria?

El cantón del Valais, el sur de Grisones y el cantón Ticino es lo que conoce como la “Suiza italiana” (Svizzera italiana). Casi el 30% de sus pobladores en la actualidad son hijos de madre italiana. Pero el único que tiene por lengua oficial el idioma italiano es Ticino.

También están en uso algunos dialectos lombardos. Asimismo, se utilizan el alemán, el francés y el romanche. En Lugano y Mendrisio los ítalo-suizos tienen su propia universidad: la Universidad de la Suiza Italiana (Università della Svizzera italiana).

Cómo llegar a este pueblito suizo

Para llegar a Gandria tienes que pasar forzosamente por Lugano y tienes tres maneras de hacerlo: En coche, a pie y en barco.

Cómo llegar a Lugano

· Desde Lucerna (Suiza): Esta es la ciudad suiza más importante cercana a Lugano. El tiempo de viaje entre Lucerna y Lugano es de 3 horas y media aproximadamente. El costo del ticket ronda los 60 y 100 dólares.

· Desde Milán (Italia): Se puede llegar en tren y la distancia es menor. El tiempo de llegada es de 1 hora aproximadamente.

· Desde Como (Italia): Más cerca aun es desde la ciudad de Como 2 horas aproximadamente, combinando autobús y tren.

Cómo llegar a Gandria desde Lugano

· En coche: Desde Lugano debes dirigirte al Barrio Cassaratte-Castagnola y de allí se puede llegar a pie fácilmente. También puedes ir desde Lugano al Monte Bré y allí tomar el teleférico con destino Gandria. El tiempo de viaje para los seis kilómetros es de 15 minutos aproximadamente.

· A pie: Se puede llegar caminando por el Sendero de los Olivos. También caminando por el sendero costero de Caprino, pero no se recomienda si no conoces el lugar. Es un trayecto bastante peligroso por el desprendimiento de rocas.

· En Barco: Hay un servicio regular de embarcaciones operados por La Società Navigazione del Lago di Lugano (SNL) que permite unir Lugano con Gandria y varios pueblos entre sí. Es una buena opción y además podrás navegar sobre uno de los lagos más bonitos de Suiza.

¿Que podemos ver en Gandria?

Como mencionamos antes, para llegar a Gandria, debemos pasar por Lugano (en realidad es un barrio-pueblo de esta ciudad). A menos que quieras caminar, la única manera de hacerlo es en barco. Si optas por esto último, al llegar, después de atravesar el muelle estarás en las callejuelas de Gandria, uno de los mejores lugares para visitar en Suiza.

Descubrir cada rincón

Si tomas por la calle costera encontrarás lugares para comer teniendo el lago como testigo de tu comida y si llegas para cenar, seguramente la disfrutarás a la luz de una vela. La comida es exquisita y mantiene sus sabores típicos como los hacía “la nonna”. Nunca podremos llegar a describir con palabras la belleza del lugar, partiendo de la base que este pueblo de Suiza no se puede entrar en coche. Sus callejones son estrechos con un sinnúmero de escaleras, comercios y arcadas que llenarán nuestra retina con hermosos paisajes.

Veremos casas de los siglos XVI y XVII con magníficos frescos en sus fachadas y bellas decoraciones. En el centro admiraremos el campanario de la iglesia de San Vigilio con la construcción barroca del siglo XVII (1645). Del otro lado del lago está el Museo de la Aduana y Contrabando de Suiza (el lugar es conocido como «Cantine di Gandria»), al que podremos llegar en bote. Si caminamos por un sendero hasta Caprino pasaremos por algunas “grutas” (tabernas).

Al pie de la montaña (aún en territorio suizo) podremos observar un grupo de casas que se usaron como bodegas para los embutidos, quesos y vinos de los habitantes. Gran parte de los turistas pasan el día en el pueblo y regresan caminando por la vera del lago pasando por Castagnola. Otros vuelven a Lugano (también a pie) por el “Camino del olivo”, pasando como su nombre lo indica, por los sembradíos de olivos linderos al lago de lugano.

Chiesa di San Rocco

Comenzaremos por visitar la Iglesia de San Roco (Oratorio o Chiesa di San Rocco). Fue creada cuando entre 1512 y 1517 la “peste negra” asolaba la población de Gandria. Los vecinos del barrio invocaron a San Roco para terminar con la epidemia. Se trata de una pequeña pero bella construcción que puedes visitar en este rincón de Suiza, y está dedicada al santo que en Montpellier curaba a los enfermos de las laceraciones causadas por la peste, en compañía de un perro que lamía sus propias heridas.

De allí surge el famoso refrán (cuando acaeció una epidemia de rabia canina) “¡San Roque, San Roque! ¡Que este perro no me mire ni me toque!”. Ese es el motivo por el que San Rocco (San Roque), es el patrono de los enfermos y de las mascotas. Cuando por fin la peste amenguó todos olvidaron su promesa, pero al haber un rebrote en 1528 los lugareños entraron en pánico y comenzaron aceleradamente a edificar la iglesia.

Aunque no fue hasta fines del siglo XVI que pudieron terminarla. En realidad, se construyó más para atender a los enfermos que para realizar oficios religiosos. En su interior veremos bellos frescos con escenas del Santo, junto a representaciones de Navidad, en contraste con su exterior de estilo neobarroco y modesto.

Iglesia de San Vigilio

En Piazza A. Giambonini, con un frente repleto de monumentos de las familias más representativas del lugar, se encuentra la iglesia de San Vigilio. Se construyó en 1463, pero su fachada se completó a fines del siglo XIX. Los artistas Giovanni y Giuseppe Torricelli plasmaron detrás el altar (en un óleo), el martirio del obispo de Trento (San Vigilio) que fue lapidado en Italia por un grupo de pastores infieles. Con su fachada en estilo barroco y con un hermoso campanario la iglesia es un interesante lugar que puedes ver en Gandria.

Los alrededores de Gandria

Después de recorrer el casco urbano de Gandria, deberemos disponer de tiempo para conocer la gran variedad de atracciones del lugar. No perdamos la oportunidad de recrear nuestra vista paseando por los alrededores de uno de los pueblos más bonitos de Suiza.

Estos son algunos de los lugares de interés que encontrarás en las afueras de Gandria:

Museo de aduanas suizo

En 1935 donde se encontraba emplazado el puesto de la guardia fronteriza, visitaremos el Schweizerisches Zollmuseum (Museo de la Aduana suizo). Allí podremos apreciar el arduo trabajo realizado por los aduaneros desde 1848 (fecha de la creación del estado suizo), hasta nuestros días. Llamado también el Museo del Contrabando se ocupó de la lucha contra el tráfico de drogas, inmigración, contrabando de oro, mercaderías, bebidas alcohólicas y crimen organizado.

Situado sobre el margen opuesto del lago junto al almacén del pueblo y las “Cantine di Gandria”, solo se puede acceder en barco por estar en una zona de difícil acceso. El museo consta de dos plantas, en la cuales veremos, en la planta inferior el trabajo y el acontecer diario de los guardias y en la superior los elementos secuestrados por las autoridades aduaneras suizas.

Como dato curioso existe en el museo un submarino (sí, un submarino) utilizado para el contrabando de salami. En la actualidad además del museo, en el edificio cumple tareas la Guardia Fronteriza de Suiza y la Administración Federal de Aduanas de Suiza. Si concurres con niños comprenderán lo peligroso que es para la salud y la seguridad, consumir productos de dudoso origen.

Datos importantes para visitar el Museo del Contrabando:

  • Puede visitarse desde mediados de abril hasta mediados de octubre por las tardes.
  • Dispone de visitas guiadas.
  • El tiempo necesario es de 2 a 4 horas.
  • Ideal para niños con una edad de 10 a 13 años y mayores de 14 años
  • Para llegar solo puede ser en barco desde Lugano o desde Gandria. El retorno es de la misma manera.
Contrabando, aceitunas y seda

Gandria en el siglo XVII era famoso por su aceite de oliva. En 1709 uno de los inviernos más crudos que sufrió Europa acabó con los sembradíos. Después de casi trescientos años se reimplantaron junto al lago de Lugano y hoy, hasta se convirtió en uno de los atractivos turísticos de Suiza, con la creación del Sentiero dell’olivo (El Sendero del Olivo), ideal para caminatas.

Aprovechando las moreras que proliferaban en la región, en 1856 se poblaron los árboles con gusanos de seda comenzando con la producción de tan refinada tela. Por tratarse de una zona de difícil acceso y, debido a las restricciones y los altos impuestos suizos pronto la región se convirtió en “el paraíso de los contrabandistas”. Carne, bebidas alcohólicas y cigarrillos eran traídos desde Italia por su bajo costo.

Actividades en Gandria

Para los amantes de las rutas de senderismo en Suiza o las intensas caminatas, Gandria ofrece una gran variedad de recorridos, cada uno más interesante y divertido que el anterior. Los senderos atraviesan paisajes impresionantes, desde las orillas del Lago de Lugano hasta las colinas que rodean el pintoresco pueblo, ofreciendo vistas espectaculares y una conexión única con la naturaleza.

Entre las rutas más populares se encuentran el Sendero de los Olivos y los trayectos que cruzan la frontera con Italia. Si dispones de varios días, te sugerimos aprovechar la oportunidad para explorar cada uno de estos caminos y disfrutar al máximo de la belleza natural que rodea a Gandria.

El sendero de los olivos

Es una caminata relativamente corta en extensión, pero rica en satisfacción (3 kilómetros y medio). Apenas llegar te encontrarás con 18 carteles que te informan sobre historia de los olivos en Gandria, tipos de aceite que se elaboran, variedades de olivos y botánica. Por supuesto que prácticamente en todo el trayecto tendrás el lago y algunos de los mejores paisajes de Suiza a la vista. Si tomas el camino a Castagnola pasarás por la vieja municipalidad y transitarás por los olivares destruidos y por las nuevas plantaciones.

Consejos para hacer el sendero de los olivos:

  • El tiempo de la caminata es de 4 a 8 horas (depende cuanto tiempo te detengas en cada lugar de interés).
  • Si deseas regresar a Gandria tienes el autobús Porlezza-Lugano (parada cerca del restaurante Gandria).
  • Si por el contrario deseas salir, la misma línea te lleva en sentido contrario (la parada es cerca de la oficina de Correos).
  • Todos estos trayectos puedes hacerlos en barco.
  • Es ideal para niños y jóvenes de 10 a 18 años, pero también recomendable para grupos, parejas y en solitario.
  • Recuerda que todos los instructivos y explicaciones verbales solo se realizan en alemán, inglés, francés e italiano.

Sentiero Caprino-Cantine di Gandria

Para hacer esta ruta de senderismo debemos cruzar en barco al Museo de Aduanas de Suiza. Una vez allí, deberá caminar alrededor de veinte minutos por el Monte Caprino. El trayecto incluye subidas y bajadas hasta llegar a la vieja aldea de Cantine di Caprino. Tras otros diez minutos de camino por un sendero de montaña paralela al lago llegaremos a la Taberna de los Pescadores donde podremos hacer un paréntesis a la sombra, en las mesas del lugar.

Seguiremos viaje y atravesaremos un bosque descendiendo y ascendiendo a veces por improvisadas escaleras, que nos acercan y nos distancian alternadamente del lago. Tras una hora aproximadamente de ardua caminata arribaremos a Cantine di Gandria donde los lugareños almacenan quesos, vinos y embutidos.

Si eres aficionado al senderismo sabrás llevar el equipamiento adecuado, aun así en el camino encontrarás baños y hasta un hotel (solo está abierto desde el final de primavera). Podremos regresar a Gandria en sentido inverso o en un bote.

Paseo marítimo

Es una de las pocas cosas que pueden hacerse durante todo el año. Este paseo es indescriptible, la belleza del lugar, las vistas, la luminosidad y el color del agua no puede expresarse con palabras. Solo tienes que verlo y sentirás esa sensación que solo puede darnos la rara combinación de paz y belleza.

Si a todo esto le añades que es ideal para los niños tienes la llave para que tu viaje a Gandria sea inolvidable. Si tuviéramos que recomendar algo que hacer en Suiza, esta es una opción. Desde el lago verás Gandria de una manera diferente y podrás sacar a relucir tu espíritu de fotógrafo obteniendo las mejores vistas de este pueblo con encanto. La excursión dura treinta minutos y los aranceles del barco oscilan entre 25 CHF (23€ aprox) ida y vuelta y 17 CHF (15€ aprox) solo ida.

Viajar a Suiza y no visitar Gandria sería una verdadera pérdida. Como pocas veces en tus viajes, podrás amalgamar paz, vértigo y belleza. Tendrás todo lo que quieres ver en un solo lugar.

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