Marruecos en 10 días: itinerario completo y alojamiento

¿Te imaginas un viaje que combine la vida de las ciudades con la serenidad de un desierto? Este país te ofrece exactamente eso en un itinerario de Marruecos en 10 días. Comienza en Marrakech, una ciudad llena de colores y sabores, con mercados que parecen sacados de un cuento de hadas y aromas que te invitan a explorar cada rincón. Desde aquí, te adentrarás en la historia y la cultura local, disfrutando de la vida nocturna y la hospitalidad marroquí.

Luego, tu aventura continuará en la costa con una visita a Essaouira, donde el mar y la historia se encuentran en un entorno relajado y encantador. Pero el verdadero espectáculo te espera en el desierto de Merzouga, donde experimentarás la magia de las dunas en un paseo en dromedario y pasarás noches bajo un cielo estrellado. Si bien ya hemos hecho una lista con 10 cosas que ver en Marruecos, este itinerario te llevará a través de un país lleno de contrastes, ofreciéndote una experiencia rica y variada de Marruecos.

Dónde alojarse en Marruecos

Al buscar alojamiento, los riads tradicionales son una opción imperdible. Estas antiguas casas de la Medina, con sus patios llenos de naranjos y fuentes burbujeantes, te ofrecen una experiencia única. Riads como La Maison Arabe o Riad Kniza combinan el encanto marroquí con comodidades modernas, brindándote una estancia mágica.

Para aquellos que buscan lujo, los resorts en la zona de la Palmeraie, como el Royal Mansour o el Four Seasons Resort, ofrecen opulentos oasis con exuberantes jardines y piscinas infinitas, proporcionando un refugio tranquilo del bullicio de la ciudad.

Si prefieres una experiencia más contemporánea, Gueliz, el barrio moderno de Marrakech, tiene elegantes hoteles boutique y apartamentos, situados cerca de galerías de arte y cafeterías cosmopolitas. Ya sea que elijas un riad histórico, un resort lujoso o un hotel moderno, Marrakech promete una estancia inolvidable llena de magia y hospitalidad.

Día 1: Llegada a Marrakech – El comienzo de tu aventura

Tu primera parada de los 10 días en Marruecos es Marrakech, la joya del sur. Al llegar al aeropuerto, tienes varias opciones para moverte hacia el centro: un taxi, un autobús o, si prefieres algo más cómodo, un traslado privado que te llevará directamente a tu riad, el tradicional hotel marroquí. Una vez que te acomodes, es el momento de salir a explorar. La Medina te recibirá con sus calles llenas de vida, donde el bullicio de los zocos y la calma de los jardines crean una mezcla única de colores y sonidos.

Cuando te quede un poco de energía, aprovecha para disfrutar de una cena en uno de los restaurantes locales. No te pierdas el tajín, ¡un clásico marroquí que definitivamente debes probar! Así, te adentrarás en la cultura de Marrakech desde el primer momento de tu viaje.

Día 2: De Marrakech a Essaouira – Cambio de escenario

Hoy, tu aventura te lleva hacia la costa atlántica, y Essaouira es el destino perfecto para relajarte después de la intensidad de Marrakech. Puedes optar por tomar un autobús turístico para disfrutar del paisaje en el camino, reservar una excursión desde Marrakech o alquilar un coche para tener la libertad de hacer paradas en los lugares que te llamen la atención. Al llegar a Essaouira, te sorprenderá su ambiente relajado y bohemio, ideal para desconectar y disfrutar de un cambio de ritmo. No te pierdas el encantador puerto y la Medina amurallada, que te ofrecerán un vistazo al pasado marítimo de la ciudad con sus calles adoquinadas y edificios históricos.

Una vez que te hayas instalado, dedica tiempo a explorar y empaparte de la tranquilidad que ofrece Essaouira. Si el clima es agradable, haz una parada en uno de los muchos restaurantes de mariscos a lo largo de la costa, donde podrás degustar pescado fresco y otras delicias locales. El aire relajado y la vida marina te harán sentir a gusto desde el primer momento, ofreciendo un contraste perfecto con la agitada vida de Marrakech.

Día 3: Disfruta de un día completo en Essaouira

Dedica el día a naufragar en el ritmo relajado de Essaouira y comienza tu mañana en la Plaza de Essaouira. Este lugar es ideal para comenzar el día con un café, mientras observas a los lugareños y turistas interactuar en este punto de encuentro animado. La plaza es un lugar perfecto para sentarse y disfrutar del ambiente tranquilo de la ciudad. Luego, da un paseo por la playa de Sidi Kaouki, que ofrece un espacio amplio y sereno para relajarte bajo el sol. La playa es ideal para descansar, leer un buen libro o simplemente disfrutar de la brisa marina y el sonido de las olas.

Después de relajarte en la playa, explora las galerías de arte y boutiques que adornan las pintorescas calles de Essaouira. La ciudad está repleta de pequeñas tiendas y talleres que muestran la rica tradición artesanal marroquí. Aprovecha la oportunidad para adquirir algunos recuerdos únicos, como joyas, textiles o artesanías locales que capturan la esencia del lugar. Essaouira es conocida por su artesanía y, sin duda, encontrarás piezas especiales para llevar contigo y recordar tu visita a esta encantadora ciudad costera.

Día 4: Regresa a Marrakech – Más aventuras urbanas

Regresa a Marrakech y prepárate para una tarde llena de exploración. Si aún no has tenido la oportunidad, dedica tiempo a descubrir la emblemática Plaza Jemaa el-Fna, el corazón de la ciudad. Este lugar cobra vida con una fusión de música en vivo, encantadores de serpientes y un sinfín de puestos de comida que ofrecen delicias locales. La plaza es un verdadero espectáculo de colores y sonidos que te sumergirá en la cultura marroquí. A medida que caminas, te encontrarás con narradores de cuentos, acrobatas y vendedores de especias que crean una atmósfera única y animada.

No te pierdas la oportunidad de adentrarte en los zocos cercanos, un laberinto de callejones estrechos y mercados llenos de vida. Los zocos son el lugar perfecto para perderse entre coloridos tejidos, joyas artesanales y productos locales mientras te dejas llevar por los aromas tentadores de la cocina marroquí. Si en algún momento necesitas un respiro, busca una terraza con vistas a la plaza para disfrutar de un café o un tradicional té de menta. Desde allí, podrás relajarte mientras observas el bullicio y la energía de Marrakech a tu alrededor.

Días 5-8: Explorando el desierto de Merzouga

¡Prepárate para una aventura difícil de olvidar en el desierto de Merzouga! Aunque el trayecto hasta aquí puede ser largo, el viaje merece cada minuto. Una vez que llegues, te sumergirás en una experiencia única en el desierto. Monta un dromedario y déjate llevar por las imponentes dunas de arena, un paisaje que parece sacado de un sueño. La magia del desierto no termina cuando cae la noche; en un campamento tradicional bajo el cielo estrellado, vivirás una experiencia realmente especial. Las noches en el desierto son un deleite para los sentidos, con cielos despejados y una tranquilidad que te permitirá desconectar por completo.

Además, tendrás la oportunidad de conocer a los nómadas locales, quienes te compartirán historias increíbles sobre su forma de vida y sus tradiciones ancestrales. No te pierdas el atardecer en el desierto, una de las vistas más espectaculares que ofrece Merzouga. Los colores cálidos que pintan las dunas al caer el sol son simplemente impresionantes. Si el tiempo lo permite, explora los alrededores para disfrutar de la serenidad que solo el desierto puede ofrecer. Este viaje promete ser un recordatorio inolvidable de la belleza y el misterio del paisaje desértico

Día 9: Regresa a Marrakech – Últimos retazos de magia

Después de disfrutar de un tiempo inolvidable en el desierto, regresa a Marrakech para tus últimas horas en la ciudad, un momento perfecto para completar tu experiencia marroquí. Aprovecha esta oportunidad para hacer algunas compras de última hora; quizás encuentres un recuerdo especial que te traiga a la mente los momentos vividos en este apasionante país. Pasea por los zocos para adquirir artesanías, especias o textiles, y revive la magia de los rincones que más te han gustado. Este es el momento de disfrutar de ese último contacto con la rica cultura de Marrakech antes de partir.

Si todavía no has tenido la oportunidad de explorar algunos de los tesoros de la ciudad, considera visitar los Jardines Majorelle los cuales también están dentro del itinerario de los 10 días en Marruecos, un oasis de calma con una enérgica paleta de colores y una maravillosa colección de plantas. Alternativamente, el Palacio de la Bahía ofrece una visión encantadora de la arquitectura tradicional marroquí y sus exuberantes jardines. Cualquiera de estos lugares te brindará un cierre perfecto para tu experiencia en Marrakech, permitiéndote disfrutar de la belleza y tranquilidad que la ciudad tiene para ofrecer antes de finalizar tu viaje.

Día 10: Regreso a casa – Fin de una aventura inolvidable en Marruecos

Ha llegado el momento de despedirte de Marruecos, un país que seguramente te ha dejado huellas imborrables en el corazón. Antes de partir, asegúrate de tener todos tus documentos y pertenencias en orden para tu vuelo de regreso. Es recomendable verificar tu pasaporte, billetes y cualquier otro requisito para evitar contratiempos. Si tu horario lo permite, aprovecha el tiempo restante para dar un último paseo por la ciudad; tal vez quieras explorar algún rincón nuevo o simplemente disfrutar de la atmósfera única que solo Marrakech puede ofrecer.

Si prefieres algo más relajado, encuentra un café local y tómate un momento para disfrutar de una bebida mientras reflexionas sobre tus aventuras. Este último instante en la ciudad puede ser perfecto para saborear una taza de té de menta, rememorar los recuerdos más destacados de tu viaje y apreciar el entorno que te ha rodeado. La vuelta a casa puede ser un buen momento para procesar todas las experiencias vividas, desde los bulliciosos zocos hasta las tranquilas dunas del desierto, y llevar contigo una colección de memorias que atesorarás por siempre.